• 25/01/2019 01:02

Otra cara de la espiritualidad

Pero nuestro egoísmo opacó el tejido conectivo ‘UNI-versal' para proclamar elegidos de Dios; ilusión creada desde este relativo espectro de polvo llamado planeta Tierra

En el umbral de la JMJ, acepté participar en un foro sobre la Diversidad Espiritual, organizado por la Fundación Red de Jóvenes Afropanameños. No había necesidad de ajustar el cinturón de seguridad mental. Iniciamos el recorrido mencionando la interrelación entre las palabras Espiral / Espíritu. A lo largo de la naturaleza, el espíritu universal, o lo que en general llamamos Dios, también se revela en espiral - un diseño físico que irradia omnipresencia. Este diseño se percibe desde la megaagrupación de estrellas en la Vía Láctea, hasta la microscópica estructura helicoidal de nuestro ADN genético. El espiral de la Causa Absoluta o espíritu universal refleja la Unidad del Ser.

¿Unidad? Pues, la palabra individuo proviene de indiviso: ‘que no se puede dividir' (o separar).? Por ejemplo, la espiritualidad precedió toda palabra escrita, y Jehová es una expresión para identificar la Causa Absoluta. Pues el sistema patrilineal supremacista y separatista requirió un análisis exhaustivo entre los textos prebíblicos, para descubrir que el otrora Jehová (del tetragrama YHWH) fue concebido como principio masculino y femenino en un solo nombre. De igual manera, fuimos separados de los antiguos principios de Ma'at, deidad africana, símbolo de justicia, orden, moralidad y armonía cósmica. Los 10 Mandamientos bíblicos también se derivan de los 42 ideales de Ma'at, que inspiraba lograr la superación personal a través del peregrinaje interno, ya que no hay nada externo que también no se encuentre dentro de cada ser humano.

Pero nuestro egoísmo opacó el tejido conectivo ‘UNI-versal' para proclamar elegidos de Dios; ilusión creada desde este relativo espectro de polvo llamado planeta Tierra. La minúscula presencia del sistema solar, siendo parte de una de los más de dos billones de galaxias observables, debería causar asombro. Sí, somos extensiones espirituales de la chispa divina, receptores y transmisores de conciencia cósmica, energía en moción perpetua experimentando el plano material. Cerca del 99 % de nuestra masa corporal está compuesta por oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio y fósforo. El astrónomo Carl Sagan sostuvo que todos nuestros átomos —el hierro en nuestra sangre, el calcio de nuestros huesos, el carbono en nuestros cerebros— fueron manufacturados en estrellas gigantes rojas hace miles de años luces en el espacio y billones de años del tiempo.

El concepto de la muerte fue diseñada para asustarnos. Esta hipótesis se fortalece a través de la mística y espiritualidad de Henrietta Lacks, una mujer afroamericana, que en 1951 ‘falleció' luego de padecer un cáncer uterino, pero sus células siguieron vivas y creciendo ‘milagrosamente'. Hasta hoy día los científicos no pueden explicar el comportamiento post mortem de Henrietta Lacks; las células inmortales (HeLa) han revolucionado la medicina curativa a nivel mundial.

El Dr. Delbert Blair, ingeniero y maestro de la metafísica, descifró los seres sin cuerpos físicos, pero con energía de inmensurable frecuencias de vibraciones y equipados con chacras (centro de poder espiritual en espiral). Además, Blair consideró la espina dorsal como una autopista al infinito y que la glándula pineal del cerebro puede mediar como portal entre el mundo físico y espiritual. Por otro lado, aunque existan misterios en el universo con respecto a los agujeros negros en espiral, él no descarta como mera ciencia ficción de que sean portales hacia otras dimensiones.

Es lógico suponer que nuestra arcaica tecnología esté atrasada miles años luces frente a otras civilizaciones. Existen estrellas cientos de millones más grande en tamaño que nuestro sol, y 200 mil sería el promedio de planetas que giran alrededor de esos enormes soles. Visualicen la cantidad de planetas con vida similar a la Tierra, con avances de entendimiento, aplicaciones de energía en espiral y la espiritualidad.

En su libro ‘Un Nuevo Modelo del Universo', P. D. Ouspensky admitió la idea de seres, ‘aun cuando también humanos, sean muy superiores, mucho más fuertes, más complejos, más milagrosos que el hombre ordinario'. Igualmente, don Miguel Ruiz, en ‘Los Cuatro Acuerdos', resume los viajes sobre percepción y la espiritualidad: ‘La mente tiene la capacidad para escuchar informaciones que están disponibles en otras esferas. La voz puede emanar desde otra realidad en donde existen seres vivos muy similares a la mente humana'.

Que la Divina Esencia de la Causa Absoluta nos conduzcan por senderos que maximicen nuestro desarrollo espiritual, físico y mental.

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