20 minutos de fusil

¿Ha estado Ud. en medio de alguna balacera en Panamá? Los estruendos de metralla de más duración que he sobrevivido, fueron dos: En 1964 que me aseguran ‘expertos' que fueron de M16 y los de la invasión de 1989 que se hicieron acompañar de cruentos bombardeos que venían del cielo y con dirección al Cristo de San Miguelito, cerca de la Alcaldía y del cuartel en donde conocí al mayor Góndola... toda esa noche y madrugada del 20 de Diciembre, se dieron innumerables estallidos, frecuentes, pero de poca duración, como cuando llueve, relampaguea y truena con rabia allá en el Trinidad de Capira.

Por otro lado, los estallidos cortos por ataques con armas de fuego hacia otras personas o personajes cerca de uno, no han sido menos terribles, aunque de menos duración, quizás unos 30 segundos de balaceras, uno fue en el Pescaito de Brisas del Golf, mientras jugaba Paraguay en un mundial de fútbol y el otro en el Boulevard Balboa, que fue de un segundo o dos cuando mataron a mi amigo el abogado Pérez delante de media humanidad. Les aseguro que uno es tan flojo, que pasa hasta 10 minutos pegado como una lapa al piso debajo de las mesas, apretando los ojos para no ver... Así es. Luego, podemos decir que del 64 para acá, los panameños, sobre todo los citadinos, por diversas circunstancias se han acostumbrado a vivir estos sobresaltos en barriadas, tiendas de chinos y restaurantes. Acontecimientos que cada año elevan las estadísticas de difuntos, sobre todo de personas jóvenes y muchas veces adolescentes... ¿Y los Gobiernos?

Lo referido contrasta con los 20 minutos de fusil continuos que dispararon a Karina García Sierra una candidata a alcaldesa en Cali, Colombia. Me imagino que de esos 20 minutos de fusiles, tanto ella como su mamá y tres acompañantes fueron conscientes, si acaso, de medio minuto y creo que fue demasiado tiempo utilizado para asesinarlos con la cercanía del objetivo y la puntería que tienen los colombianos que se dedican a estos menesteres.

Digo yo que los 20 minutos de fusil llevan un mensaje. Comparen que las balaceras furtivas con que asesinaron a los presidentes Remón Cantera y J. F. Kennedy, fueron casi desapercibidas, los balazos del primero los confundieron con fuegos artificiales y los del segundo nadie los escuchó, aquello fue apacible.

Para que tengan una idea, ese ruido producto de los disparos que mataron a Karina solo podemos compararlo con 20 minutos seguidos de una reventadera de fuegos artificiales en Punta Fogón, que es continua, ensordecedora y que provoca la desaparición inmediata de perros y gallotes santeños.

Nota: Panameño, ¿será que nos acostumbraremos a las balaceras y a la delincuencia galopante? Para detener esta ola ascendente, en vez de perder el tiempo con una nueva constitución, remiendos o constituyente, que formen ya una dictadura por tres años que enderece al país o lo acabe de liquidar. Es preferible caer que estar guindando.

ECONOMISTA, ESCRITOR COSTUMBRISTA.