• 14/02/2021 00:00

Perspectivas y expectativas del Movimiento de Alimentación Saludable

“En el análisis final, los movimientos de alimentación saludable son la respuesta a muchas ideas fallidas hasta ahora”

Las ideas son la moneda de poder. Así lo escribió Peter Singer en el libro “Animal Liberation” en 1975, en el cual engendró el movimiento por los derechos de los animales y generó debates en toda la sociedad sobre el uso humano de los animales para la investigación y la agricultura. Cuarenta años después, la creciente popularidad de sus ideas aún cobra impulso. El logro de Singer fue mostrar el concepto de la racionalización de que el hombre tiene control sobre la Tierra, y de un plumazo destruyó los argumentos de que teníamos derecho para tratar mal a los animales y proporcionó un marco de referencia perfecto para resaltar el potencial humano para hacer el bien.

Debido a que en la realidad la racionalización iba más allá del tratamiento cruel de los animales y se extendía a todos los organismos, las ideas de Singer pueden considerarse como el origen filosófico de los movimientos de alimentación saludable. Gran parte de la economía tradicional, de la biología y la medicina, inclusive de los modelos de la educación occidental, están bajo el supuesto de que los sistemas naturales se interponen en el camino del desarrollo económico. Para muchas personas que piensan que el progreso ha llevado al mundo sobre un acantilado ecológico, los movimientos de alimentación saludable ofrecen la salida conceptual. Y todo a pesar de que son movimientos que carece esencialmente de los apoyos y atributos tradicionales de otros movimientos sociales: liderazgo fuerte, estructuras organizativas, programas formales de extensión, dinero, etc. Incluso, nos atrevemos a atribuir el éxito de los movimientos de alimentación saludable en gran parte a que sus miembros comparten una visión que es constructiva, cordial, sin clases, sin raza, y que abarca todo el mundo. Esa visión descansa sobre una filosofía novedosa y armoniosa, profundamente realista y de naturaleza biológica. Así, mientras el resto de la sociedad se aleja ingenuamente del mundo natural al adoptar costumbres cada vez más sofisticadas, los movimientos de alimentación saludable se ponen en contacto con ese mundo.

Además, los movimientos de alimentación saludable abarcan todo y muchos piensan que serán capaces de hasta resolver el problema del cambio climático. Y los motivos son simples. Primero, quizás hasta el 50 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero son el resultado de las actividades del sector alimentario industrial. Segundo, el carbono puede eliminarse fácilmente del aire y almacenarse en el suelo, y en el proceso crear el tipo de sustrato activamente deseado por los agricultores orgánicos y agroecológicos. Estos agricultores aún están desarrollando sus técnicas para el secuestro de carbono, pero la evidencia anecdótica sugiere que el secuestro del suelo puede combinarse con la producción de alimentos para almacenar muchas toneladas de carbono por hectárea por año. Por lo tanto, el sistema alimentario deseado por los movimientos de alimentación saludable puede hacer que nuestro problema de carbono atmosférico sea manejable y tal vez resolverlo por completo.

Esta información parece no haber penetrado en el movimiento climático convencional. Los líderes climáticos parecen creer que las soluciones deben ser técnicas o sociales: pero los molinos de viento, la energía solar, los autos eléctricos, las represas y termoeléctricas, etc., son en gran medida acciones simbólicas. A diferencia de la reducción de la demanda de energía mediante la reforma y localización del sistema alimentario o el almacenamiento de carbono en los suelos vivos, tales soluciones no reducen el uso general de los combustibles fósiles ni evitan la liberación de gases de efecto invernadero de los ecosistemas afectados. Peor aún, como formas intensivas de recursos de generar y almacenar energía, tales soluciones tienen muchas consecuencias negativas propias. Con suerte, más pronto que tarde, el movimiento climático bien intencionado, pero equivocado llegará a comprender el error de señalar formas específicas de contaminación (CO2 o metano) y unirse a los movimientos de alimentación saludable. Si no, el movimiento alimentario puede resolver el cambio climático sin ellos.

En el análisis final, los movimientos de alimentación saludable son la respuesta a muchas ideas fallidas hasta ahora. Representa un realineamiento tectónico de las fuerzas subyacentes a nuestra sociedad y un choque de ideas más profundo que cualquier cosa vista desde el colapso del feudalismo y el surgimiento de la revolución industrial. El resultado de esta lucha determinará no solo el futuro de nuestra sociedad, sino también si nuestros descendientes podrán vivir en un planeta reconocible para nosotros hoy. Las expectativas son excelentes porque los movimientos de alimentación saludable aprovechan y potencian a los sistemas biológicos, mientras que las demás ideas y otros movimientos ignoran, niegan y suprimen estas potencialidades. De hecho, será una lucha hermosa convertir estos presagios en realidad.

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