• 19/01/2022 00:00

¿Hasta cuándo seguirá el saqueo?

“Nos quieren seguir mareando y dividiendo, pero no está lejano el día en que los hijos nobles de este pueblo levanten su frente y sus luchas para expulsar a los mercaderes”

Luego del ridículo ULTIMÁTUM presentado por las autoridades, recibimos con poca sorpresa el anuncio de Minera Panamá de “que considera razonable un aporte anual mínimo de 375 millones a Panamá”.

El gran espectáculo ha seguido su curso. Ahora falta que el maestro de ceremonias, de casualidad residente en las playas de Donoso, anuncie el gran final con palabras grandilocuentes que elogien la gestión del Gobierno nacional y la bondad de la minera.

Minera Panamá, heredera de Petaquilla y de su contrato lesivo, anticonstitucional y contaminante, va a la firma de un nuevo contrato para seguir sacando NUESTRO cobre, oro y demás. Ese solo hecho marca una cuestión que las autoridades y sus compinches mineros han evadido. Si la Corte Suprema de Justicia dictó fallo hace más de tres años, declarando ilegal ese contrato, ¿por qué no se ejecutó ese fallo? ¿Si la mina no estaba amparada en el contrato de 1997, entonces bajo cuál contrato estaba operando? ¿Acaso estaba operando de sus …? ¿Dónde quedaron guardadas nuestra soberanía y autodeterminación?

Tendría mucho que decir, pero solo quiero referirme a algunos aspectos centrales que evidencian la vileza de la minera y el entreguismo de los parásitos antipanameños que dirigen esta pseudorepública.

Que Minera Panamá vaya a dar más dinero no significa ninguna ganancia para nuestro país, porque nunca van a compensar el daño económico y ambiental que han producido y producirán en nuestro querido suelo patrio.

Minera Panamá extrajo en el año 2020 la cantidad de 205 548 toneladas métricas de Cobre, 84 667 onzas de oro y 1 595 561 onzas de plata, producción que plantean sostener en los próximos años. Eso, traducido a dinero, significa un ingreso de algo más de dos mil millones de dólares, de los cuales, en teoría, le debe tocar a Panamá un 15 % en regalías.

Muchos números marean y nos pueden llevar a la falsa ilusión de que, a pesar de todo, vamos a ganar. Pero: ¿sabe usted la cantidad de minerales (y dinero) que extrajo la minera hasta el día de hoy, reportando solo un 2 % de regalías? (el contrato inconstitucional planteaba que la minera solo reportaría ganancias después de recuperar la inversión).

¿Sabemos cuánto dinero le devolvió el Gobierno a la minera en forma de créditos fiscales durante todos estos años, que según el contrato inconstitucional estaba obligado a devolver por el mismo monto de la inversión realizada?

¿Acaso ya le pagó la minera todas las prestaciones y salarios que les debe a los empleados de Petaquilla, que fueron despedidos al momento de cerrar operaciones?

¿Sabemos acaso cuánto le cuesta y la va a costar a este país LIMPIAR toda el área deforestada y contaminada que va a dejar la mina?

¿Sabemos acaso el daño irreversible en la salud que va a ocasionar la minera a todas las poblaciones cercanas y comunicadas por aguas subterráneas?

Minera Panamá constituye una afrenta a nuestra dignidad como nación y pueblo. Tanta arrogancia, tanto irrespeto, tanto saqueo solo nos traen a la memoria la otrora zona del canal habitada por amos blancos y su “Gold” y “Silver Roll”.

Lo correcto era detener las operaciones de la mina y convocar a un gran diálogo para definir el futuro de ese territorio, otrora refugio de campesinos e indígenas, hoy codiciado por sus riquezas. Nos quieren seguir mareando y dividiendo, pero no está lejano el día en que los hijos nobles de este pueblo levanten su frente y sus luchas para expulsar a los mercaderes.

Presidente de la Fundación Toabré.
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