• 02/04/2022 00:00

Nuestras elecciones y decisiones

“[…] las decisiones son invaluables. Lo que decidamos hoy, será nuestro futuro. A tomar conciencia de lo que decidimos”

Usualmente, la palabra elección nos recuerda algo político o puntual en alguna institución.

Pero ¿qué decir de nuestras elecciones individuales? ¿Adónde nos llevan en la vida?

De niños, nuestros padres deciden por nosotros, pues aún nuestra capacidad no está desarrollada, pero, al crecer, vamos tomamos conciencia de que nuestras elecciones nos llevan a formar nuestro futuro, y que las decisiones que tomemos hoy, tendrán sus consecuencias en el futuro.

Dicho esto, nos preguntamos si las decisiones del día al día, ya sea por el Gobierno, por la empresa privada, o por la humanidad en general, nos llevan al bienestar y a un futuro mejor...

O, por el contrario, pensamos tanto en nuestra conveniencia, que no reaccionamos que nuestras decisiones son básicas para formar un mundo mejor, o hundirnos en un abismo.

En resumen, una decisión puede cambiar el rumbo de la humanidad y la paz.

¿Piensan los docentes en dirigir a sus alumnos en sus decisiones? ¿O los Gobiernos en el gran poder que sus acciones conllevan? ¿Las iglesias en sus rebaños? ¿La empresa privada en sus inversiones y responsabilidad social? ¿Los padres en enseñar a sus hijos debidamente y lo que puede representar para su futuro? ¿Los hijos sobre el bienestar de sus padres, dándoles cariño y dedicación a lo largo de su vida, sobre todo en sus años más vulnerables en el ocaso de su vida? ¿Los originarios en la continuación de sus culturas? ¿Los pueblos en la conservación del medio ambiente? Y muchísimos más que figuran, pero no se pueden mencionar, pues son muchas.

Razón por la cual debemos ser tolerantes, comprensivos, justos y compasivos en nuestras decisiones. No basarnos en el odio ni la ira, sino actuar de manera correcta y magnánima.

El mundo ha cambiado drásticamente, y no podemos ocultar el sol con la mano. Debemos hacer cambios en nuestra actitud y aceptar la realidad de las nuevas tendencias; pero jamás en contra de nuestra conciencia y moral.

Tener a Dios como el centro de nuestra existencia, basándonos en las buenas costumbres y misericordia hacia los demás. Sobre todo los ancianos, en los cuales muy pocos tienen en sus valoraciones y planes concretos de asistencia.

Para algunos, este grupo solo sirve de estorbo…, pero, cuando eran niños, sí disfrutaban de su cariño y cuidado.

¿Los valoramos ahora? ¿Tienen las grandes corporaciones y legisladores planes específicos para defenderlos, cuidarlos y darles el lugar que les corresponde en la sociedad? ¿Tiene el Gobierno la voluntad de tratarlos como los más especiales, en un país donde reciban una jubilación similar a los sueldos de los funcionarios? ¿O es que los jubilados deben comer menos que un asalariado? ¿Quién puede vivir con $350.00 al mes? ¿Tal vez algún economista lo pueda explicar?

Sr. Presidente: usted anunció su decisión de aumentar a los jubilados a $350.00 mínimo. Aunque si es un buen gesto, amerita mucho más. Entra dinero suficiente para agregar un centro geriátrico en cada provincia, bien equipado con alta tecnología y equipo moderno, que resuelva los problemas hospitalarios, médicos, medicinas, suplementos, fisioterapia, y generales de los ancianos. Un plan piloto de Estado, no con el plan político.

De esa manera, no se tienen que mover hasta la capital por una simple resonancia, que no se la pueden hacer en ningún centro, pues siempre están las máquinas dañadas, o tienen que esperar dos años, a los cuales muchos no llegan, pues su caso es grave.

Entonces tienen que pagar $860 o más, de donde no tienen, dejando de comer por tres meses, para poder resolver.

Y, si analizamos, esa cantidad es la que se gasta un funcionario en un día en “boquitas” en una reunión. Y aún así, todos quieren seguir subiéndose las dietas y los salarios. Y claro, sus problemas médicos están resuelto. ¿Es justo eso? ¿Es una buena decisión?

O, ¿amerita una revisión? Con un cuarto de millón de adultos mayores en Panamá, es imperativo tomar sabias decisiones, acciones y elecciones.

¿Que no ven que, entre más años, más necesidades tiene una persona, sobre todo en medicinas, doctores y suplementos? Solo allí se va la cantidad que quieren aumentar.

Empieza el furor político y de campaña, ¿no le parece el mejor momento de tomar la sabia decisión de invertir el 5 % de su subsidio electoral para ese proyecto? Total, es dinero de los contribuyentes, que los jubilados aportaron con mucho esfuerzo. Es hora de retribución.

Sus problemas de movilidad, alimentos y medicinas se incrementan constantemente, y los lugares donde pueden acudir son muy limitados.

Entonces, en resumen, las decisiones son invaluables. Lo que decidamos hoy, será nuestro futuro.

A tomar conciencia de lo que decidimos.

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