• 30/10/2022 00:00

Sobre menús para niños y diputados incapaces

“Una ley [...] es de suma importancia para el país. Pero primero los diputados de la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social deben estar a la altura de sus responsabilidades”

Es terrible lo que está sucediendo con los niños y la comida en estos días. Los menús para niños no son saludables, no tienen variedad, y están fomentando malos hábitos alimenticios. El Censo de Salud en 2019 reveló que el 38 % de los menores en edad escolar muestra una predisposición hacia la obesidad y el sobrepeso, un aumento de más del 300 % en menos de 30 años (http://www.gorgas.gob.pa/SIGENSPA/Informe_general.htm). Y el Informe sobre el Estado de la Obesidad Infantil 2021 de la Fundación Robert Wood Johnson revela que “el 16 % de los jóvenes de 10 a 17 años, tiene obesidad (https://burness.com/assets/pdf_files/final-state-of-childhood-obesity-10-13-21-final-web.pdf).

Otro informe aterrador del Center for Science in the Public Interest sobre el estado de las comidas para niños en los restaurantes, “Vender la salud de los niños: 10 años de fracaso de los restaurantes en las comidas para niños”, señala que “el 98 % de las casi 10 mil combinaciones de comidas para niños en las 38 cadenas de restaurantes de las 50 principales que ofrecían comidas para niños en 2018, no cumplieron con los estándares de nutrición. Cuando se ponderó la evaluación de cada cadena de restaurantes según su número de puntos de venta en los Estados Unidos para reflejar la probabilidad de que una familia visitara un restaurante determinado, los resultados siguieron siendo malos, con un 73 % de las comidas para niños que no cumplían con los estándares nutricionales. Estos resultados son prácticamente los mismos que cuando se recopilaron estos datos por última vez en 2012, cuando el 72 % de las comidas no cumplió con los estándares nutricionales.

Entre las deprimentes conclusiones del informe está que “el tipo de bebida que se ofreció con más frecuencia fue la soda. Solamente un 26% de los restaurantes ofrecieron jugo 100% de fruta o jugo sin edulcorantes agregados en el menú infantil, y solo un 18% tenían agua como opción”.

Al inicio de este año escolar, el Movimiento de Alimentación Saludable denunció al Meduca que ocho escuelas del área metropolitana desatendían las normas del Minsa que prohíben la venta de bebidas azucaradas y comida chatarra en los kioscos y comedores escolares. Y la mala práctica persiste; la próxima semana, se harán más denuncias similares. Aparentemente la Ley 75 de 2017 y el Decreto 049 de 2018 del Minsa son letra muerta para los directores de escuelas y funcionarios del Meduca.

Tal vez deberían leer el informe del Healthy Eating Research que señala que la alimentación en la infancia es crítica para el desarrollo de conductas y hábitos alimentarios que perduran hasta la edad adulta, y que esos hábitos juegan un papel vital en el crecimiento, el desarrollo, la salud en general y la prevención de la obesidad y otras enfermedades crónicas relacionadas con la dieta para toda la vida (https://healthyeatingresearch.org/tips-for-families/ages-2-8-feeding-recommendations/?utm_source=partner&utm_medium=social&utm_campaign=2021recommendations).

El hallazgo denunciado por el Movimiento de Alimentación Saludable es suficiente para que los diputados de este país impulsen una ley que fiscalice mejor el consumo de comida chatarra en las escuelas y regule los requisitos de comidas saludables para niños en restaurantes. Promover los esfuerzos de salud pública a esa edad reducirá las tasas crecientes de enfermedades crónicas y obesidad que afectan a los niños, fomentará los entornos de salud en el ambiente familiar, y sembrará estilos de vida saludables donde los niños vivan, crezcan, aprendan, trabajen y jueguen.

Con una ley de esta naturaleza, las escuelas y los restaurantes estarían obligados a ofrecer alimentos que satisfagan los requisitos de comida saludable para niños según las pautas del Minsa, incluyendo bebidas y guarniciones. El Meduca y el Minsa tendrían funciones específicas de fiscalización y harían cumplir las normas, utilizando las herramientas y la autoridad que las leyes y la Constitución les facultan. Se crearía un marco sancionatorio por violaciones de la Ley, las cuales podrían aumentar de tamaño en función del número de infracciones recurrentes. Y además se difundiría material educativo e informativo sobre los requisitos de la nueva norma, y los pasos que los kioscos escolares y restaurantes deberían tomar para cumplir con esta iniciativa con capacitación para directores, maestros, cocineros y trabajadores de kioscos y restaurantes.

Una ley así es de suma importancia para el país. Pero primero los diputados de la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social deben estar a la altura de sus responsabilidades. Porque lo observado hace un par de semanas atrás, en medio de la sesión donde supuestamente se iba a discutir en primer debate la ley que elimina las grasas trans (otra ley importante para mejorar la salud pública del país), los diputados revelaron una ignorancia patética sobre los temas que maneja dicha comisión. Y mientras sigan así, politiqueando, los niños seguirán siendo candidatos a obesos y los adultos seguirán presas fáciles de enfermedades crónicas que matan y cuestan mucho dinero.

(*) Empresario, consultor en nutrición y asesor de salud pública.
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