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- 31/01/2012 01:00
Acabemos con la pornografía
Desde hace años observo la distorsión que se da en los medios impresos. La mayoría, unos en portadas, otros en páginas interiores, publican fotos y textos que no deben estar al alcance de menores; ellos ante la falta de una orientación adecuada, se convierten en usuarios de publicaciones nocivas.
Hace unas semanas le hice llegar a los periodistas mi decisión de presentar en la Asamblea Nacional el anteproyecto de ley, ‘que, prohíbe la publicación de anuncios con contenido sexual o lesivo a la moral y las buenas costumbres en medios impresos de acceso al público en general’.
Somos bombardeados con anuncios que promueven conductas ajenas a la moral. Hasta los medios que se autocalifican de muy serios publican, en sus clasificados, material que no conduce al fortalecimiento de la moral y la ética. Estos servicios eróticos son de fácil acceso para los niños; se han dado casos donde menores llaman a esas líneas sugestivas, haciendo pagar a los padres grandes cuentas telefónicas. Esta conducta debe acabarse y alguien tiene que tomar la iniciativa. Tiempo atrás le escuché decir a un catedrático de periodismo que ‘llegará el momento en que será la propia ciudadanía la que le pedirá o le exigirá a los medios más control sobre lo que publican’.
Y ese clamor lo estoy sintiendo, en especial en los corregimientos que forman parte de mi circuito. Muchos padres de familia se me han acercado pidiendo un alto a la pornografía. Como representante de ese poder popular, es mi deber canalizar esas justas preocupaciones.
La tendencia a mostrar a damas y en ocasiones a caballeros, en posiciones sugestivas, se hace cada día más evidente dentro de los diarios de circulación y otras publicaciones similares. Y qué decir de los avisos que, bajo el sobrenombre de ‘personales’ son publicados en los anuncios clasificados, con el fin de ofertar a las personas como bienes de consumo.
¡Decimos que esta publicidad va dirigida a un público selecto, pero en realidad lo que hacemos es exponer a nuestros menores, con este tipo de publicaciones que, señores, se tiene que terminar! Las diferentes cámaras legislativas, desde México hasta Argentina y hasta legislaciones europeas, han llevado una lucha desde hace años por recuperar la decencia y el orden en nuestros pueblos.
En momento alguno con este proyecto hemos pensado siquiera en llegar a los extremos de penalizar la publicación (elevándola a proxenetismo) o sancionar a los directores de diarios penalmente por negarse a retirarla. No queremos pasar de ‘puritanos’ o que siquiera se considere que estamos atentando en contra de la libertad de expresión o del derecho a informarnos.
Deseamos que este proyecto legislativo se convierta en punta de lanza de una campaña, tanto del sector público como privado, tendiente a preservar a nuestra población, de pautas y anuncios de esta naturaleza y en su defecto, demostremos que la buena publicidad vende, así como la publicación de valores positivos que, salvo contadas ocasiones, no aparecen en los medios con la misma proyección a la comunidad.
Somos conscientes del derecho que todos los panameños tenemos para elegir lo que queremos, pero nuestros menores no tienen el criterio formado para tomar estas decisiones. Por esta razón, estos contenidos deben ser retirados del alcance de los menores en una forma en que no se lesione la libertad de expresión y los adultos con criterio formado puedan tener acceso a la información, si así lo desean.
Confío en la buena fe de los medios impresos; espero contar con el apoyo de mis colegas y de la ciudadanía, para que esto sea pronto una Ley de la República.
DIPUTADO DE LA REPÚBLICA.