• 08/11/2010 01:00

El alma y el cuerpo

Existe un indefinible vínculo entre el alma y el cuerpo, porque solo los separa la muerte. El cuerpo es, el gran laboratorio perfecto, q...

Existe un indefinible vínculo entre el alma y el cuerpo, porque solo los separa la muerte. El cuerpo es, el gran laboratorio perfecto, que sin el alma, no vale nada. El alma es la vida misma. Pero ¿cuál es el órgano que vincula el alma con las acciones del cuerpo? El cerebro, es allí en donde el alma a través de este órgano, que apenas usamos en un 10 por ciento de su inmensa capacidad, y del que nos ha dotado el Creador para que, a nuestro libre albedrío, hagamos lo bueno o lo malo.

El alma que nos acompaña hasta la muerte, es inmaterial, como lo es el Espíritu Santo, como lo es Dios. Jesús nació de María la virgen y se hizo hombre con el propósito de que los hombres sepamos, que el Dios invisible existe, trascendida su vida de lo terreno a lo espiritual, volvió Jesús a la vida inmaterial.

Claro que dentro del hombre existe ese ser inmaterial que se llama alma y por medio de la cual, recibimos mensajes espirituales, cuyo significado hace de impositiva aceptación la existencia de la divinidad de Dios.

Ahora bien, si las almas proceden de la espiritualidad Divina, ¿por qué hay hombres buenos y malos y solo los santos han vencido las debilidades del mal? Llegué al punto medular de este artículo. El vínculo entre las almas y el cuerpo es, como dije antes, el cerebro. Allí se incuban las buenas y malas acciones. Un hombre bueno, con una vida virtuosa, vive en un medio en donde todo su entorno está rodeado de normas de buen vivir. Cuando surgen los hombres que se apartan de las buenas costumbres, es porque en su medio la vida no le ha sido favorable, aprendió a vivir al margen de la ley, la droga, el crimen, etc.

En ambos casos el medio en que han vivido unos y otros, ha determinado la conducta buena o mala de los individuos en cuyos casos, el alma no ha sido la responsable de tales hechos, sino el medio ambiente, porque hemos nacido buenos, pero la vida nos cambia.

Cabe observar que la sociedad está inmersa en la corrupción y se impone la necesidad de luchar, porque en todas las capas sociales se dé un hasta aquí a las prácticas para adquirir las cosas por medio de la vida fácil, porque lo que hagamos será aprendido indefectiblemente por quien nos suceda: la juventud.

Es así como empresarios corruptos, son sucedidos por empresarios corruptos, sindicalistas corruptos, sucedidos por otros corruptos, gobernantes corruptos sucedidos por gobernantes corruptos, educadores corruptos e incapaces y en muchos hogares se respira podredumbre en grados alarmantes, etc.

¿Qué hacer ante estos cuadros tan desoladores? Juventudes descarriadas, padres y madres irresponsables. El único camino es Dios, Jesús, su inmaculada madre para que la Humanidad desande los caminos malos y se encause por los senderos del bien, del amor, de la fe y la esperanza.

Así son las cosas.

*EMPRESARIO.

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