• 13/02/2013 01:00

La bioquímica del amor

Mañana 14 de febrero es un día celebrado por una gran cantidad de personas que creen y tienen fe en el sentimiento del amor y de la amis...

Mañana 14 de febrero es un día celebrado por una gran cantidad de personas que creen y tienen fe en el sentimiento del amor y de la amistad. Un sentimiento que hace girar al mundo. Sin amor seríamos seres robotizados, sin vida, o seres vivientes sin experimentar o disfrutar de un completo mundo de sensaciones en donde se involucran todos los sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto, hasta el sentido común, el razonamiento y la imaginación. ¿Qué sería de este mundo sin el amor? Qué sería de este mundo sin el amor entre un hombre y una mujer? No hablo del amor egoísta, eso no es más que un sentimiento disfrazado, donde se usan máscaras y caras hipócritas, falsas y llenas de cinismo.

A diferencia de los animales, el sexo entre el hombre y la mujer es importante, es una de las herramientas que involucra los sentidos, los compromisos, gustos, intereses, la comunicación, el carácter y los valores humanos. Estos elementos evitan que el fuego del amor se apague con el tiempo. La atracción es esa primera etapa de acercamiento y el oído juega un papel fundamental en el caso de las mujeres. En un sondeo cara a cara con preguntas y respuestas cerradas, realizado a 180 personas de ambos sexos, entre las edades de 35 y 60 años se les preguntó: ¿Qué es lo que más le atrae del sexo femenino y del sexo masculino (dependiendo del caso) en una relación afectiva? En las mujeres le son agradables las palabras románticas, halagadoras y estimulantes y, aunque no existan esas manifestaciones de su pareja por las dificultades que atraviesen, esas ‘palabras’ siempre serán de agrado y de estímulo. Para los hombres, en cambio, lo que les atrae de una mujer es su inteligencia, simpatía, alegría y que sea divertida y con quien se pueda conversar. Para la mayoría, la relación sexual juega un papel importante. Hay quienes se excitan con palabras fuertes, otros y otras con dulzura, gemidos o sonidos de satisfacción. El preámbulo como las caricias y el conocer las zonas erógenas de su pareja se ubica en un segundo lugar de importancia. Según el sondeo, los elementos a considerar en una relación afectiva formal y madura comienzan con la atracción y palabras románticas, luego la inteligencia y la comunicación, sin obviar la actividad sexual. El olfato despierta también sensaciones. El verdadero afrodisíaco se encuentra en las feromonas y los olores personales que despide el organismo. El gusto y el tacto, despiertan y estimulan las distintas zonas erógenas del cuerpo. La imaginación permite la fantasía con todos esos deseos que se quiere experimentar.

Algunos piensan que el amor llega de forma mágica y espontánea y no les falta razón, porque se percibe y confunde al amor con la atracción y se queda sobreviviendo únicamente en esa etapa. Cuando dos personas se sienten atraídas están bajo el influjo de las poderosas drogas naturales del amor, entre ellas la Fenil-Etil-Amina. Bajo su influencia ambos se sienten fascinados, encantados y arrebatados. Se auto perciben ‘enamorados’. Sin embargo, el verdadero amor, además de la pasión requiere de amistad, intimidad, confianza, intereses y metas comunes, y tomar en serio aquello de unidos en los tiempos buenos y no tan buenos que se presenten en el tiempo. Cuando se vive intensamente la pasión, se desea unirse de forma legal, y muchos lo hacen por una sola razón: están enamorados o al menos creen amarse. ¿Qué los une y qué los desune? ¿Se han establecido las reglas de juego? ¿Hay un profundo conocimiento de la pareja?

Numerosos estudios indican que la compleja ‘bioquímica del amor’ elimina en parte el pensamiento crítico que se pueda tener hacia el ser querido. Científicos británicos del Colegio Universitario de Londres señalan que cuando las personas aman intensamente, las zonas cerebrales que tiene que ver con el pensamiento crítico y con los juicios negativos se desactivan. Todo pareciera demostrar que somos ciegos ante los defectos del amado. Pero no debemos olvidar que el amor emocional no basta para ser felices. Se requieren formas de vida y pensamientos comunes, solidaridad, acuerdos de convivencia, intimidad y confianza. En el campo del amor, siempre la pareja despierta ilusiones hacia el futuro. Se quiere ser feliz, tener un hogar, hijos y éxito profesional. Cuando estas representaciones mentales no se logran, surgen decepciones de vida. Se minimizan o se ignoran defectos personales e incrementan las virtudes inexistentes. Luego, ya cónyuges, se descubren tal y cual son y sobreviene el desengaño. De la ilusión se pasa a la desilusión.

Lo primordial para no ser decepcionados permanentemente, es intentar ser lo más objetivos que se pueda, no crearse falsas esperanzas, evaluar las situaciones evitando juicios emocionales, y valorar y apreciar a las personas en su justa dimensión. Hay que evitar a toda costa los sentimientos de dolor y angustia. Para prevenir que esto ocurra hay dos NO fundamentales: NO mentir y NO aparentar ser lo que no se es.

Lo cierto es que entre las alteraciones bioquímicas que provocan el enamoramiento, la selección y escogencia siguiendo patrones genéticos y los métodos de clasificación y preferencia, el amor, sin lugar a dudas, es algo más que asuntos del corazón. El amor existe y para que perdure se debe hacer con sentido. Solo se requiere que hagas buen uso de ese sentimiento, lo demás vendrá por añadidura. Inténtalo y veras...

ESPECIALISTA DE LA CONDUCTA HUMANA.

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