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- 22/06/2015 02:01
Rescatemos las calles y los medios
Hay un nuevo intento por llevar la indignación a las calles. Salir de la comodidad de la pantallita del celular o de la computadora para hacerle entender a acusadores y acusados que estamos muy molestos. Están convocando una marcha para el próximo 1 de julio varias organizaciones que en realidad no tengo idea de cuántos miembros tienen como afiliados, pero el intento es válido y debemos apoyarlos. Es necesario reafirmar los mensajes de que todos los involucrados en actos de corrupción deben rendir cuentas y pagar sus culpas. Igualmente, mandar un mensaje a los de ahora y los del futuro, de que esta sociedad no permitirá que se vuelva a dar una situación como esta.
Eso de que devuelven los millones a las cuentas del Estado como si nada hubiera ocurrido, le agrega dolor al espanto. Es decir, al ladrón de un celular en la calle, solo basta con que devuelva lo robado y listo: pa' su casa. Y la ofensa, ¿qué? El jamaqueo por arrancarte el celular de las manos o sacarlo de la cartera, ¿qué? ¿El susto?
Hay que contextualizar los eventos y colocar los millones y millones de balboas que se estiman robados en el mismo escenario en donde no había dinero para reparar escuelas, o para comprar medicamentos, o máquinas especiales para atender a los necesitados en los hospitales. ¿Y cuánta gente murió en el camino por falta de alguno de estos equipos o medicamentos? Las causas y efectos están interrelacionados y no hay que perder de vista eso.
Noam Chomsky, contextualizando las protestas de los indignados de Wall Street, manifestó que ‘cualquier persona con ojos sabe que el gansterismo de las instituciones financieras en Wall Street, ha causado daños severos al pueblo de los Estados Unidos (y del mundo). Y, deberán saber que lo han estado causando de manera sostenida durante los últimos treinta años, a medida que su poder económico ha radicalmente crecido, así como su poder político. Eso ha puesto en movimiento un círculo vicioso que ha concentrado inmensas riquezas y poder político en un pequeño sector de la población, un uno por ciento, mientras el resto de la población busca sobrevivir en precarias condiciones'.
Por otro lado, como observador de los temas de comunicación y medios, reflexiono sobre la forma en que algunos actores abusan de la tolerancia de los receptores. Lo actuado en Washington por el vocero del expresidente Martinelli y uno de sus abogados a inicios de la semana pasada apoyados por un medio impreso local da mucha vergüenza. Tanta vergüenza que ni siquiera molesta, da mucho pesar. Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, informó a la misión de Panamá ante la OEA que el caso del expresidente Martinelli: ‘No ha sido admitido ni procesado por esta entidad'. El vocero y el abogado aseguraban reiteradamente que el caso era lo contrario, que sí había sido admitido formalmente.
El uso que le dan algunos sectores a los medios masivos de comunicación es para abiertamente desinformar bajo el manto de la libertad de expresión. El concepto de ‘libertad de expresión' de ninguna manera debe ser plataforma para acomodar la verdad, o tratar de enredar las cosas bajo el pretexto de estrategia legal. Habrá quienes argumentan que: ‘Él o ella tiene derecho a decir lo que quiere, eso es libertad'. La libertad —más cuando se tiene poder y acceso— se debe ejercer con responsabilidad. Pero en todo caso, reflexiono y me doy cuenta de que todos tienen la libertad de hacer el ridículo.
En la medida en que los defensores de los acusados de corrupción acuden a los medios para desinformar, el trabajo investigativo que realizan algunos medios por exponer los posibles delitos contra el erario debe ser balanza para la opinión pública mientras las autoridades hacen su trabajo. Y es de suma importancia que la gente salga a las calles para protestar, ganar espacio mediático y de indignación.
En todo esfuerzo de desarrollo (humano, social o cultural) los medios masivos de comunicación son esenciales en la tarea de difusión de información que ayude en la formulación de estrategias y actividades puntuales para la acción, por eso la idea de refundarlos como expuse hace algunas semanas. Los medios masivos de comunicación son herramientas de poder y deben ser utilizadas en su justa medida.
COMUNICADOR SOCIAL.