Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 17/11/2017 16:20
El Maoísmo panameño o por qué Genaro se fue para la China
La juventud y ciertos “viejos olvidadizos” ignoran los desencuentros históricos entre las izquierdas panameñas y tampoco se explican el obtuso y marcado sectarismo de hoy, de los frentes de masa –FRENADESO/FAD- del ultraizquierdista MLN-29/11, otrora MIR/MUR. En verdad la historia de las izquierdas locales y mundiales ha sido la historia del divisionismo. En la revolución rusa de 1917 –este mes se cumple el centenario de la primera revolución socialista triunfante que asumió el poder político del Estado- primero, fue la controversia bolcheviques versus mencheviques; a la muerte de Lenin en 1924 el enfrasque fue entre stalinistas contra trotskistas y a nivel internacional entre partidarios de la II Internacional en contra de quienes participaban de los dictámenes de la III Internacional.
La victoria de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial y la creación del “campo socialista” con los países liberados donde se constituyeron los regímenes de “democracia popular”, la III Internacional se fortaleció globalmente, sin embargo, con la “gran marcha campesina” de Mao Tse Tung y su triunfo sobre Chang Kai-Shek en 1948 se transa una nueva disputa “ideológica” entre los partidarios del “libro rojo” de China maoísta y los marxistas-leninistas pro soviéticos.
En Panamá los antecedentes de la lucha chino-soviética se expresa en las confrontaciones entre socialistas y anarquistas de la segunda década del siglo pasado; entre comunistas y socialistas del decenio de 1940 y desemboca en el gran debate entre pueblistas y miristas del período de 1950 y el “frenteo” entre la juventud del partido del pueblo y el MUR a intramuros de la Universidad de Panamá. La juventud del Partido del Pueblo con una política de alianzas más inclusiva dominó durante el lapso de 1960 a los primeros años de 1970 los frentes de masa como la Unión de Estudiantes Universitarios (UEU) y la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP), a contrario sensu, Floyd Britton, líder histórico del hoy denominado MLN/29 NOV -en virtud de la fecha de su asesinato en el centro penitenciario de la isla de Coiba regentado por la Guardia Nacional- quien se decantó por el vanguardismo estudiantil y el “foquismo” guerrillero.
Al inició del golpe militar de 1968, el fascistoide militar Boris Martínez, coautor del alzamiento castrense desata una feroz persecución contra los demócratas, particularmente, contra panameñistas, comunistas y ultra izquierdistas, pero a raíz del golpe de timón dado a la causa castrense por el Coronel Omar Torrijos, la izquierda sensata, patriótica y nacionalista concuerda una alianza “tácita” con el régimen militar que deviene en un proceso de liberación nacional. Sin embargo, el FER-29, al igual que la juventud arnulfista liderada por mi primo Enrique “Quique” Moreno Saldaña y un número plural de patriotas de las tierras altas chiricanas deciden enfrentar con las armas en la mano al régimen militar con un saldo doloroso de decenas de humildes panameños inmolados. De manera que de aquellos polvos surge el “lodo” de hoy.
Cuando los líderes obreros como los heroicos Antonio Yepes De León y Ángel Gómez González; Roberto Gómez Guerrero y Mario Panther de la FEP, acompañaron al General Torrijos en sus giras internacionales por la recuperación del Canal o realizaban gestiones internacionales en función del proceso de liberación nacional la cúpula ultraizquierdista (MLN-FER 29) les endilgaba el epíteto de “vendidos a la bota militar” y de “agentes de la CIA”, aun cando mediaba un Proyecto de Nación.
Hoy, que Genaro se fue para la China agarradito de la mano de la burguesía neoliberal y de la fracción de la oligarquía varelista. ¿Cuál es la explicación que nos da el ultra izquierdista MLN-29/11- FRENADESO/FAD? Que fueron a la China “a apreciar los avances económicos del gigante asiático y a obtener los documentos del congreso del partido comunista que convirtió a su actual líder –XI JINPING- en un semidiós”. ¡Así de simple es la cosa!
El autor es abogado y analista político.