La Orquesta de Cámara del Istmo, integrada por jóvenes músicos formados localmente, ha demostrado que es posible cultivar un proyecto musical con ambición,...
- 14/02/2010 01:00
En el día de los enamorados
A las personas románticas les gusta creer que las relaciones amorosas surgen por arte de encantamiento, predestinación o porque ha habido un “flechazo”. Esta creencia viene apoyada por aseveraciones tales como, “el amor es ciego”, “la química” o por la “atracción física y/o sexual”. Debido a la gran cantidad de dificultades conyugales y divorcios, la pareja se debiera seleccionar en base a una serie de criterios. La realidad es todo lo contrario.
Lo mismo sucede con los ciudadanos de un país cuando se dejan seducir y hasta cautivar y que parecen estar encantados, predestinados y hasta flechados con la personalidad de ciertas figuras políticas y hasta llegan a consentir que los políticos sean sus ojos, sus oídos, su voz, su mente y su opinión. Y, aunque la figura política incurra en desaciertos desafiando y controlando la libertad de conciencia y erigiéndose como poseedor de la verdad absoluta, el fanatismo es tal que se llega a adorar la imagen del político con tal devoción provocando una “ transferencia de pasiones ”.
¿Qué puede hacer feliz o desgraciada a una persona y a una sociedad? Sin duda alguna; el mundo de los afectos es un mundo prácticamente inexplorado. Hay una enorme ignorancia sobre el tema, lo cual puede tener efectos muy graves para la persona, la familia y la sociedad. En este aspecto lo “ ideal ” y lo “ real ” juegan un papel muy importante y explico: Permanecer en el plano del “ ideal ” sin descender al plano de lo “ real ”, es una posibilidad muy peligrosa y la frustración puede ser tremenda. Hay que salirse de la idea que se tenga de la persona y bajar a lo que realmente es, en el sentido de enriquecerse con elementos de carácter moral, es decir, que el interés debe primar junto con la imagen y personalidad sus aspectos morales y valores humanos y espirituales: simpatía, honestidad, vitalidad, capacidad de trabajo y de decisión. El asunto consiste en tratar y conocer a fondo a la otra persona.
Una vez conocida, ya se verá si coincide o no con la persona “ imaginada ”. En la mayor parte de los casos, las personas somos distintas de como hemos sido imaginados; pero también se requiere de la imaginación para verse conviviendo toda la vida con la persona amada y, en el caso de la figura políticta por la afinidad que se tenga; en ambos casos hay que mantener el “ yo ” a raya para que no lo invada todo y anule al otro; ambos deben dominar su “ yo ” respectivo (eso es libertad y dominio sobre uno mismo) para que pueda existir entre ellos una lista particular de criterios y que cuando se encuentra a alguien que cumple con muchos de esos atributos y otras cualidades que se valoran habitualmente, se despierte un sentimiento que denominamos “ aceptación ”.
Aceptar a la persona amada y a la figura política con sus cualidades y defectos, es una condición humana y habrá que asumir la responsabilidad que conlleva esta aceptación sin culpa ni arrepentimiento alguno. Igualmente la decisión recae sobre ti si continúas saboreando el trago amargo de verte envuelto en una relación irreal, novelesca, y aventurera y que te hace daño tanto a ti como a tu familia y a la sociedad en su conjunto.
*Especialista de la conducta humana.gemiliani@cableonda.net