Del supuesto fracaso y éxito de la izquierda y la derecha en Panamá

En el 2023, el CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales, AIP) publicó en su tercera encuesta sobre ciudadanía en donde se decía que más del 60 % de los panameños no sabe o no distingue entre qué es izquierda y qué es derecha. La raíz de seguir votando a los mismos sectores empresariales por los últimos 30 años posinvasión es no tener formación política ni mucho menos interesarse por comprender cuál es el papel de los contrapesos ideológicos. Razón por la que hoy vemos a panameños defendiendo a sectores empresariales y defenestrando a sindicatos, educadores, médicos y campesinos con los cuales tendrían más proximidad de clase.

Una de las reflexiones que a menudo surge cuando se analiza el comportamiento político e ideológico de las masas es el conocer como determinado pensamiento político se ha instalado, ya que desde la sociología política se argumenta que a través de un proceso de construcción y aprendizaje normativo, pero no es tan lineal como parece, especialmente si tenemos en cuenta elementos externos, de la cultura de sometimiento y valoración distinta a la que podría desenvolverse si dicho sometimiento externo no existiese.

Durante la década de los años 60 en plena Guerra Fría, el éxito de la bipolaridad del mundo global se mantenía entre quién comunicara mejor y de forma masificada su discurso cultural e ideológico y en donde éste tuviera éxito ligado al apoyo de sectores internos vinculados económica o políticamente.

En Panamá, el péndulo de la bipolaridad se inclinó hacia la derecha teniendo en cuenta que desde el inicio de la consolidación de la república los intereses de los comerciantes, y rentistas estaban alineados al papel cultural, mercantil e ideológico de los Estados Unidos y así ha sido hasta la fecha. Lo suficiente para modelar una mentalidad completamente individualista, rentistas y ajena a un sentimiento de colectividad y verdadero desarrollo nacional.

Con la caída del muro de Berlín y la cortina de hierro la fragmentación ideológica se hizo multipolar. Pero el éxito cultural de la derecha se mantuvo. ¿Por qué?, Recordemos que Estados Unidos invirtió millones en adoctrinamiento en todo el mundo especialmente en Latinoamérica, tanto así que hoy día sigue teniendo una fuerte presencia ideológica en países que dicen ser democráticos, soberanos e independientes, pero que en realidad los intereses de turno están alineados a ellos.

La pregunta de ¿por qué la izquierda ha fracasado en Panamá en las últimas elecciones?, viene a ser clave en estos días, después de la invasión estadounidense a Panamá, los movimientos sociales populares no tuvieron un derrotero claro, el cual fue aprovechado por los sectores empresariales locales para el establecimiento del recetario privatizador de Washington. Lo que actualmente se vive en Panamá con los sindicatos y la represión a los educadores es una muestra de esa fragmentación de muchos años.

En los diferentes intentos que se ha querido cambiar el rumbo político del país las propuestas de izquierda no han recibido la recepción de la población, ya que el desconocimiento político o las ofertas del momento no convencían al electorado, sin embargo, esto ha ido cambiando con la elección pasada.

En Panamá nunca ha gobernado la izquierda, ni se ha llegado a una representatividad en la Asamblea Nacional. Sin embargo, vemos un país profundamente desigual y empobrecido. En donde la población está desempleada, no hay acceso a agua potable, las escuelas ranchos persisten, el sistema de transporte es deficiente, etc. Sin ser un país socialista tenemos una calidad de vida de países por debajo de la miseria. ¿Entonces la culpa de quién es? De un comunismo-socialismo que no existe o de un sector empresarial que se acuerpa con el sector político para obtener formas de controlar a la población manteniendo su status quo y sus réditos financieros por encima del interés nacional. El éxito de la derecha se basa en el dolor y la miseria de la población por encima de la dignidad y la calidad de vida de una nación y es que cuando un empresario se mete a la política jamás lo hace a razón del interés de la población si no para su beneficio personal

Una propuesta ante este escenario sería diversificar las propuestas políticas de izquierda que acuerpen a los diferentes sectores del país que no se identifican con un único partido, así como generar formación y docencia para reducir las brechas políticas y es que en el desconocimiento, desinterés y la analfabetización política de la población radica el éxito de la derecha.