• 07/10/2022 00:00

De enrarecer a converger: Fase 2

“La Mesa Única ampliada, si no se contenta con formular propuestas, sino en estructurar y comprometer acciones concretas y mecanismos creíbles, será exitosa [...]”

El Panamá real, crisis de julio: acumulación del descontento social y problemas estructurales. Transición: detonante del despertar de nuevos protagonistas, incumplimiento de acuerdos, vigencia de la desigualdad, solucionar abusos de la dictadura del endeudamiento/despilfarro de la AN/Ejecutivo, CSS, empleo, corrupción, evasión y perspectiva de default! Octubre 6 y 7: primera reunión, etc.

¿Cómo articular codos a codos, las prioridades de solución que interesan a los panameños?

El hartazgo sigue latente, ligeramente aliviado con medidas repudiadas por algunos sectores, y la inconclusa Fase 1 más la 2, del Panamá desigual, las manejará el Ejecutivo como un manubrio, de dos extremos: derecho e izquierdo constituidos por dos fuerzas sociales potentes.

No se conocen las prioridades de las dos fuerzas del manubrio ni la del conductor del manubrio.

Se presume que, para los participantes actuales de la Mesa Única, serían las causas de la crisis social no resuelta y problemas estructurales del Panamá desigual; para los nuevos participantes, podría ser fijar frenos a los amagos de solución de la Fase 1, soluciones a problemas estructurales que no resolvieron en megadiálogos anteriores, no “enjuiciar al sector privado”.

Conocemos las “contraseñas” del empresariado, para entrar en la Mesa Única que antes descalificó: igualdad numérica/de condiciones y sin acciones unilaterales. Independiente del tenor literal de esos conceptos de paridad. ¿Cuáles serán las “contraseñas” de eficacia, de las alianzas y de otros aspirantes a la Fase 2 para equipararse sin ser súbditos?

Históricamente, las relaciones entre Gobiernos y empresariado han sido armónicas -(“dan” trabajo, aun si muchos evaden, corrompen y que, recientemente, el Gobierno atentó contra farmacias pequeñas)-, en cambio, entre Gobierno y movimientos sociales, entre estos y el empresariado, las evidencias son antagónicas.

La hostilidad del sector privado hacia las 3 Alianzas, es innegable en sus mantras de “simulacro de diálogos”, a ellas, le exigían el cese de hostilidades, pero solo contemplaban la inacción del Gobierno durante el primer tiempo de la explosión social, luego a la retaguardia, con ácidas críticas a la metodología de la Mesa Única y aspiraciones de participar.

Dos hechos inauditos y demostrativos de la ideología del modelo panameño de capitalismo, se manifestaron, cuando los supermercados y afines, se erigieron en “la mano invisible” del libre mercado y subieron los precios en lugar de reducirlos, apenas rebajado el combustible, primer logro de la Mesa Única.

Con ello, los supermercados y afines, reconocieron implícitamente los acuerdos de la Mesa Única, sin reclamar participar, contrario al Conep, etc., quien además, interpuso una demanda de inconstitucionalidad sobre márgenes de ganancias de algunos productos importados, etc.

El segundo hecho, consistió en el atraco de agentes económicos en el empacado de arroz que contenía el de primera, etiquetado como especial para la venta.

La evidente hostilidad y la impostura de agentes económicos, tienen un profundo significado en la conciencia colectiva y en la comprensión del fundamentalismo del “libre mercado”.

El perfil del nuevo facilitador, para que sea creíble, tanto para los participantes como para los panameños no anestesiados, debe ser patriota y no devaluado en los megadiálogos anteriores ineficaces.

Antes de la Mesa Única, prevalecía la desconfianza entre los sublevados, a pesar de tener una visión unitaria de la crisis social, la Iglesia como facilitadora, supo acercarlas como alianzas para dialogar; en cambio, para la Fase 2, el desafío es más complejo, por la heterogeneidad y desconfianza creciente entre participantes con visiones opuestas, el resentimiento por los incumplimientos del Gobierno, sumado a la anquilosada caracterización de los poderes mediáticos, comentaristas, etc., hacia esos movimientos que hoy tienen peso y cuentan en la sociedad.

Para las próximas plenarias, urge comprender los factores que enrarecen el ambiente e identificar quiénes pueden fomentar la convergencia para crear un ambiente positivo.

Un aporte estratégico, debe emanar de la clase intelectual, si deja de estar ausente del debate público que debe elevar, entre ellas, el Colegio Nacional de Historia, la academia, etc., para divulgar sus apuntes con los que escribirán en el futuro, “la verdad” del presente momento histórico, con ello, cada agrupación de la Fase 2, los medios y la población, comprenderemos el papel histórico que jugará cada participante.

Además de los aportes de otras disciplinas sobre el presente, el arte tiene también su palabra para interpretar el momento histórico, cantarlo, escribirlo, escenificarlo y pintar el presente.

La mayoría de los comentaristas, analistas, periodistas son inflexibles, enrarecen el ambiente, por ser refractarios al “contrapeso” de sus visiones petrificadas del libre mercado y del pensamiento único -en el sentido original del concepto-, versus la de los críticos del capitalismo de amiguetes y de quienes formulan visiones y propuestas concretas.

Ellos pueden reinventarse, inspirándose de sus homólogos de países democráticos neoliberales en donde coexisten partidos, organizaciones e intelectuales, etc., que luchan por sus visiones críticas e ideológicas, para incidir en las políticas públicas con la intencionalidad de mejorar ese sistema económico neoliberal imperfecto, etc., sin exponerse a ser coloquialmente condenados a cadena perpetua, como sucede en Panamá.

Muchos descalifican a los sublevados de julio, de comunistas, etc., a pesar de que no promovieron algún sistema de Gobierno, por ello, luego de la reingeniería de los comentaristas, etc., tienen que dejar de inferir las propuestas de los movimientos sociales locales a las realidades de regímenes vecinos de orientaciones conocidas.

De la Fase 2, deben emanar con paridad informaciones/entrevistas de los tres mundos paralelos participantes, ya que en la Fase 1, sin tener vergüenza, los medios fueron mezquinos con las Alianzas.

La Mesa Única ampliada, si no se contenta con formular propuestas, sino en estructurar y comprometer acciones concretas y mecanismos creíbles, será exitosa y podría constituirse en un modelo exportable.

Ciudadana panameña en el mundo.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus