Trayectoria funesta

Como dice Domplín, “somos unos cómicos...” tenemos tres candidatos que son tan cómicos o peor que nosotros, en fin, cada individuo es una representación en micro de lo que más o menos somos todos.

Después de la invasión, Balbina se quitó su fatiga de batallonera, se deshizo de su piel norieguista y siendo que San Miguelito había recibido a través de ella muchos “favores” de la dictadura se convirtió por el voto comprometido, en legisladora.

Astutamente y dizque jugando a la “Democracia” aumentó el apoyo de los perredés y aprovechando la ingenuidad de Endara alimentó el crecimiento del monstruo PRD adormecido o avergonzado y solapadamente, maquillándolo con democracia, lo fueron transformando en forma camaleónica en una organización alejada de la dictadura y comenzaron a seducir a muchos de los potentados que mucho dinero hicieron con Noriega, en forma directa o indirectamente.

Así, con todo su maquillaje y la tontería de un presidente inepto y despistado (porque todo su éxito en realidad fue de Chinchorro), el PRD vuelve al poder con un señor que con sus virtudes y defectos hizo, más o menos, una buena presidencia, si consideramos que de una forma u otra nos van a robar de todos modos. Por lo menos éste, si lo hizo, lo hizo con elegancia y estilo. Suerte que no le permitimos reelegirse, porque ahora las esclusas del Canal, unas fueran de propiedad oriental, otras de propiedad occidental y el cerro Ancón fuera un protectorado australiano o de cualquier otra parte del mundo.

El éxito de Ernesto Pérez, además de su “blabladuría” convincente, residía en una excelente esposa que es de calidad, una dama verdadera que podía hacer brillar a cualquier Juan de los Palotes que estuviera detrás de ella, aunque apareciera delante. Quiero dejar claro que Ernesto y Dora hicieron la mejor pareja presidencial de que tengo memoria.

Balbina siguió “pelechando” y trepando durante Ernesto y el PRD siguió despertando y alimentándose, favorecido por estrategias de arrepentimiento y la amnesia de los buenos, que por buenos están dispuestos a olvidar y perdonar.

La gran evacuación de eses fue el gobierno que siguió a Ernesto, me siento avergonzado de una administración gubernamental tan ridícula, mediocre y falta de inteligencia. No me animo a comentar sobre tanta deficiencia matriarcal.

Obviamente, ante tanta mediocridad gana con el mayor porcentaje en la historia, el bonachón y joven Martín, acompañado de sus copartidarios, donde algunos bien vestidos con sus pieles de ovejas y con instintos diferentes a la expectativa y listos para salir. Martín, según mi concepto, está haciendo el mejor gobierno en muchos años, pero nadie lo comprende, porque los beneficiados son los “permeados” que son muchos, pero nadie los entrevista.

El que vota por Balbina, vota por Noriega o por algo peor.

La señora Balbina no es buena y quien quiera votar por ella que lo haga... en fin, cada pueblo obtiene el gobierno o verdugo... que se merece. Albergo la esperanza de que Balbina sea una excepción de la regla y que, habiendo caminado por el sendero del mal, nos ponga a caminar por un camino mejor si llega a ser presidenta de la República, como buen cristiano todavía creo en los milagros.

-El autor es escritor.manueljrs@yahoo.com