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- 09/12/2020 00:00
Una historia sin tapujos
Curiosamente, nuestra historia ha sido, como señala el maestro Rodrigo Miró, un “secreto de catacumbas”. Lo anterior no es porque sobre el Istmo no haya historias que contar. Sabemos que hubo independencia, separación y construcción del Canal, por mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, aunque sabemos que estos sucesos ocurrieron, partes de esas historias se siguen sin contar.
El Dr. Mario Galindo, con la fina pluma que le caracteriza, le tiene resuelto este problema a su lector. Al mejor estilo de Stefan Zweig, el Dr. Galindo narra los “Episodios cruciales de nuestra historia”, en donde desenmascara los mitos sobre nuestra separación de Colombia y la lucha por el Canal.
Sobre nuestra separación, el autor destaca la encrucijada en la que se encontraba el Istmo en 1903: separación y canal, o sin separación y sin canal. El primero, bajo el peligro de la posterior dominación estadounidense, y el segundo, bajo el peligro de seguir en la condición deplorable en la que nos encontrábamos.
En ese sentido, el autor relata la trascendencia de la Guerra de los Mil Días y el rechazo del Tratado Herrán-Hay en la consolidación de la consciencia panameña, que terminó dando nacimiento a la República. Ambos hechos, en ocasiones subestimados por la narrativa tradicional, son los que, a criterio del Dr. Galindo, nos permiten comprender la coyuntura histórica de 1903.
En lugar de entrar en la trillada discusión sobre la “leyenda negra” y la “leyenda dorada”, el autor entra a valorar si la nación panameña hizo bien en valerse de dicha coyuntura para separarse de Colombia. Podemos decir que el Dr. Galindo se interesa más por el milagro que por el santo, poniendo sobre el tapete fundamentos como el Panamá de la época colonial y el Estado Federal, para legitimar la causa separatista.
Sobre la lucha por el Canal, el autor se adelanta a su tiempo al apuntar que al Tratado Hay-Bunau Varilla le llegaría su fecha de vencimiento, por más que este hubiese sido pactado a perpetuidad. El Dr. Galindo sustenta su tesis con argumentos históricos, entre los cuales destaca el origen de la referida perpetuidad del tratado -aquel “legado ingrato” frente al cual la joven república se encontraba maniatada.
Para el Dr. Galindo, el Tratado Hay-Bunau Varilla era la “crónica de una muerte anunciada”. Por tanto, advirtió, en su momento, a no apresurarnos a suscribir un nuevo tratado por el mero hecho de ser menos malo que el anterior, sino suscribir un nuevo tratado cuando el mismo respondiera a los intereses del pueblo panameño. La historia, como de costumbre, le terminó dando la razón.
A lo largo de la obra, el autor va dejando retazos del régimen monetario, de la influencia del liberalismo panameño, de la consolidación de un Estado laico, de la “realpolitik”, entre otros aspectos que determinaron el Panamá del siglo XX. El Dr. Galindo, no conforme, aprovecha para cerrar su obra con el aspecto más determinante, hasta la fecha, para el Panamá de este siglo: la ampliación del canal propio.
En definitiva, el Dr. Galindo, como digno heredero del linaje intelectual de Justo Arosemena, José Dolores Moscote, y Ricardo J. Alfaro, revela esos “secretos catacumberos” a los que, en su momento, se refirió Miró. En su obra, “Episodios cruciales de nuestra historia”, el Dr. Galindo le cuenta al país, y principalmente a la juventud panameña, aquello que añoraba escuchar: una historia sin tapujos.