• 27/04/2010 02:00

Juegos y negritud, presentes

Sin posiciones excluyentes y menos discriminatorias, el negro panameño ha hecho acto de presencia en los IX Juegos Centroamericanos de f...

Sin posiciones excluyentes y menos discriminatorias, el negro panameño ha hecho acto de presencia en los IX Juegos Centroamericanos de forma excepcional, aportando con sus energías y sus talentos al deporte nacional. No cabe duda que teniendo presente sus responsabilidades patriotas han estado cumpliendo a cabalidad.

Y eso debe llenar de orgullo a la nación entera y de manera particular al negro panameño, que a lo largo de la historia nacional se ha esforzado por coadyuvar en la estructuración del ser panameño. No hay forma alguna de regatearle sus méritos. De lo que se trataría entonces es de inventariar sus grandes aportaciones, para ponderarlas en su justa dimensión.

Es allí, en donde las políticas públicas deben dirigir sus acciones, para fortalecer a los sectores de población que solidifican cada vez más la entraña nacional. El deporte es parte importante de la cultura. Y sin el menosprecio a ningún sector, ha sido el negro panameño el que mayor tributo ha hecho a esta actividad, por lo que no queda ninguna incertidumbre respecto de su papel en esta dirección. Y hacer cultura es también hacer patria. De allí la necesidad de la visión favorable que debe tenerse a favor del sector negro, y no las posiciones peyorativas, que con constancia se asumen para desmovilizarlo y consecuencialmente obnubilarlo.

Y, como tan panameño como el que más —como he venido reiterando— ha dicho siempre presente en la hora de dura prueba, jamás la ha fallado a la República y con gallardía y sin reclamaciones a cambio de canonjías ha apostado al país. Los esfuerzos y los resultados han sido notoriamente visibles. De la misma manera, en todas las áreas del conocimiento y de cualquiera actividad humana, en Panamá la presencia del negro panameño ha sido permanente.

La reciente presentación del boxeador colonense, negro raigal, Celestino Caballero, hoy el más antiguo de los campeones mundiales panameños, es una muestra de esas aportaciones. Teniendo siempre presente el nombre del país, expuso con pundonor, y llenó de gloria a nivel internacional, una vez más a Panamá.

Interesante —por demás— en estos Juegos Centroamericanos, las actuaciones de los colonenses, igualmente negros, Irving Saladino y Jamal Bowen. Con decoro actuaron y vencieron. Y de la misma manera, con excelente presentación, los hermanos, Alonso Edward y Mateo Edward pusieron de relieve los atributos que caracterizan a la población negra cuyas fuerzas físicas y de espíritu siempre la han signado.

Tal y como dijese el autor Amiel, en los términos que había que actuar siempre, como si la patria fuese justa y los hombres agradecidos, los negros panameños, han tenido presente la justeza de la patria para que al final, todos reconozcamos lo que han hecho y están haciendo por el país

*Docente universitario.Jorge101@cwpanama.net

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