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- 13/09/2025 00:00
Hace un par de semanas un joven transexual quien, en el 2020 a la edad de 17 años, su propia madre solicitó cambiar su nombre de Robert a Robin Westman diciendo entonces que “él se identifica como mujer y quiere que su nombre refleje esa identificación”, se acercó a una iglesia católica que también alberga una escuela al que una vez asistió en Minnesota y disparó varias veces a través de la ventana durante un servicio religioso matando a dos niños pequeños e hiriendo gravemente a otros 18.
El asesino, sin duda con problemas mentales, se había arrepentido, como muchos otros, de haber transicionado a “mujer”, pero su familia y médicos lo animaron a hacerlo, en lugar de informar a las autoridades sobre su condición mental.
Sus maestros deberían haber detectado que algo andaba mal con él, pero hoy día, tanto maestros como médicos, fomentan esa ilusión enfermiza, diciéndole a niños vulnerables que es perfectamente normal y correcto cambiar a su sexo preferido. Así que ese joven perturbado hizo el cambio y luego se odió a sí mismo por haberlo hecho, desquitando su odio con niños inocentes de la escuela antes de suicidarse, y ahora, dos niños pequeños están muerto, dieciocho están heridos y todos los niños de esa escuela están traumatizados.
Los maestros que hoy insisten en hablar sobre sexo con niños pequeños sin el consentimiento de los padres deberían ser despedidos, y los médicos que simplemente por dinero realizan esos “cambios de sexo” en niños y adolescentes deberían perder su licencia médica.
Muchos padres, desafortunadamente, han caído víctimas de la mentira de que “es mejor tener un hijo transexual vivo que un hijo muerto por suicidio”.
Los padres de hoy tienen mucho que aprender sobre la crianza de sus hijos quienes evolucionan con rapidez y están expuestos a situaciones que nosotros como niños y adolescentes nunca experimentamos, y en ausencia de vigilancia de sus progenitores y demasiado tiempo de ocio, toman decisiones que no están capacitados para tomar.
Los niños de hoy necesitan más que nunca monitoreo y apoyo más cercano, lo cual reconozco que es muy difícil pero no imposible en la sociedad actual en la que se requiere que ambos padres trabajen para apoyarlos, dejándolos en cambio a interactuar con la tecnología e influencias negativas en lugar de con personas, lo que crea una peligrosa ruptura de la comunicación, especialmente de sus sentimientos más íntimos.
Por otro lado, siempre he sostenido que el `matrimonio´entre personas del mismo sexo es un hostíl e ilegítimo abuso de poder y corrupción política impuesto por el Partido demócrata de EE.UU en contra del deseo de la mayoría de los ciudadanos de ese país, con implicaciones calamitosas a nivel mundial.
Es una subversión tiránica de los principios fundamentales del matrimonio, evento establecido con propósito divino en la Sagrada Escritura. Se trata del simple capricho de parte de una generación políticamente manipulada, ignorante, ciega y egoísta cuya conducta es una total vergüenza y deshonor para la humanidad y una afrenta a nuestro Creador.
Creo firmemente y animo a todo creyente Cristiano a dejar de usar la terminología `transgénero´, ya que no existe tal cosa. Es un término inventado por los demócratas para que la humanidad se convierta en su propio dios. Esos son hombres y mujeres con problemas mentales y debemos dejar de alimentar su ego, ilusión y cinismo.
El actual Partido demócrata estadounidense intenta venderle a la humanidad su version marxista del llamado “la nueva normalidad”, que empezó con derechos de homosexuales, matrimonio gay y los transexuales, luego convirtieron el fenómeno meteorológico del arcoiris de Dios en un espectáculo banderil extravagante y aberrante, y ahora intentan cambiar el sexo biológico creado por Dios mediante la esterilización y mutilación, afirmando que es un derecho; pero esos alucinados supuestos `derechos´ no deberían usurpar ni superar los derechos de los demás.
Entonces, según la ideología y agenda demócrata, ¿ceder ante los sentimientos anormales de un grupo minúsculo de hombres trastornados prima sobre la seguridad y los derechos de todas las mujeres y niñas? Sabemos que hay algunas mujeres, también trastornadas, que piensan que eso está bien.
En lugar de `derechos´de personas homosexuales y transexuales, simplemente existen los derechos de todo ciudadano, pues al agregar un modificador a nuestros derechos, -como derechos de personas lgbtqi, etc., implica una expectativa de algo extra, y cuando esos `derechos´o tratamientos preferenciales cesan, tal como el `derecho´a competir contra las mujeres en deporte, o a observarlas desvertirse o ducharse en los baños, o llenar cuotas de diversidad e inclusion sin estar calificado, etc., entonces ese grupito de hombres trastornados que fingen ser mujeres, sienten que son discriminados.
Es perturbador que ese grupito de hombres que se hacen pasar como mujeres, no parecen importarles el pavor, la vulnerabilidad ni la preocupación oprobiosa que verdaderas mujeres sienten cuando un hombre biológico invade su espacio íntimo.
Cualquier persona que no pueda ver el cinismo, la depravación, el desprecio y odio hacia las mujeres y ese sentir despectivo, negativo y canallesco demócrata por los ciudadanos de ese país, o es ciego o es tambíén un demócrata depravado.
Siento pena por la innumerable cantidad de personas despistados que se dejan cegar tan fácilmente por las mentiras, el odio y la desinformación que los líderes demócratas arrojan a diario.