El libro, la librería y la cultura

A lo largo del tiempo, como parte principal de su formación cultural y literaria, el género humano ha utilizado el texto como medio para instruirse y, a la vez, se ha valido de los diferentes instrumentos de aprendizaje que poseen dichos libros para acrecentar su cultura. Esto contribuyó notablemente a que las obras se distribuyeran especialmente en librerías y así el ser humano les daba el valor a esos lugares como centros de cultura, venerados por los amantes no solo de la literatura, sino del conocimiento en general, al adquirir y leer los libros para su estudio. Esas librerías, en forma siempre ordenada, han colocado el material para la venta.

En la experiencia personal que tuve durante mis estudios en mis años mozos, el libro era muy apreciado por todos, a su vez era el más importante vehículo en la formación humanística de los estudiantes y profesionales. De Santiago de Chile, recuerdo todavía con nostalgia una avenida cuyo nombre escapa a mi memoria, con decenas de librerías a las que llegaban los ávidos lectores para adquirir las obras de su predilección. Así ocurre aún en otras latitudes donde, a pesar del avance arrollador del libro digital, las ferias populares de libros son permanentes y de gran actividad.

Históricamente, en nuestra ciudad de Panamá, aunque en menor proporción, tuvimos, antaño, pequeños puestos de venta de libros en menor escala, pero sobre todo librerías de gran importancia, las que lamentablemente cerraron sus puertas hace muchos años, tales como la Librería Preciado, la Librería Benedetti, la Librería Atenea, la Menéndez y hasta hace poco tiempo la Librería Exedra Books, entre muchas otras, que nos hacían recordar las grandes librerías que todavía existen en la actualidad en esos otros países habitados por personas con más afición a la lectura.

Si bien debemos aclarar que en Panamá tenemos aún muchas librerías, es la Librería Cultural Panameña la única que ha sobrevivido al paso de los años y mantiene su excelencia. Ahí nos valemos del material que ofrecen y de esa manera la librería logra su propósito, es decir, contribuye a la cultura del hombre panameño. Recuérdese que en ese sitio hay obras de toda índole a precios accesibles. El material que la Librería Cultural expone hoy es realmente valioso, las obras de diferentes clases son no solo históricas o novelescas, sino que son muy útiles a los estudiosos, donde los libros tienen valor artístico, humorístico, científico, literario, etc., ya sea de autores nacionales, internacionales o clásicos y también apropiados para la niñez y la juventud.

La Librería Cultural Panameña, por todo lo expuesto, cumple un papel institucional, cultural y educativo de enorme respeto, de allí que el elemento humano que visita dicho lugar queda satisfecho. Por esto se hace necesario que el lector, el escritor y todo el que visite el sitio valorice su existencia y aproveche el valioso caudal de su contenido.

El libro es la cabeza principal de la educación, porque, si el maestro y el profesor no tuvieran el libro como auxiliar, les sería mil veces más costoso cumplir con la enseñanza. A partir de la creación de la imprenta, el libro se hizo imprescindible y con la posibilidad de universalizar la cultura nos dio igualmente la posibilidad de humanizar a las naciones. En esa eterna tarea se encuentra la espiritualidad de los hombres de bien y en Panamá sentimos que la Librería Cultural Panameña entiende la importancia de esta labor tesonera para hacer del hombre un amante del libro, no solo con el fin de “ser cultos para ser libres”, sino para esgrimir la sabiduría en pro de la cultura y del ser humano.

Según nos comentó su librero y propietario, Fernando Fraguela, la Librería Cultural Panameña estará cumpliendo en el mes de julio de 2024, setenta años de feliz existencia; aún restan muchos meses como para preparar una celebración por todo lo alto, donde los clientes y admiradores de la librería organicen un acto para felicitar a los dueños por su constancia y conmemorar la existencia de este centro cultural de la nacionalidad panameña.