• 15/05/2017 02:01

La mujer en la Guerra de los Mil Días

Luego del triunfo de la revolución sobre la monarquía, fueron relegadas nuevamente al espacio doméstico.

La participación de las mujeres en las guerras de independencia de la América Hispana tomó relevancia al cumplirse el bicentenario de esta gesta libertaria. En ese contexto, no solo se destacó la participación de mujeres individuales, como las colombianas Policarpa Salavarrieta y Andrea Bellido, la boliviana Juana Azurday, o las mexicanas Leona Vicario y Josefa Ortíz, sino que se indagó en la participación de la mujer tanto de la alta alcurnia como la del bajo pueblo.

En ese contexto hay dos trabajos que destacan la participación femenina en las guerras de independencia. Una de ellas es Heroínas incómodas, bajo la compilación de Francisco Martínez Hoyos y el otro es el de Martha Lux, Mujeres patriotas y realistas entre dos órdenes. Ambos documentos reflexionan sobre la diversidad de experiencias femeninas durante la independencia de Hispanoamérica. Estos trabajos resaltan la participación de las mujeres en el combate con las armas en las manos, como espías, propagandistas, rabonas. Unas pertenecían a las clases altas y conspiraban en los salones; otras eran del pueblo y lo hacían en las calles, en las pulperías, pero todas en su momento, asumieron un papel protagónico. Luego del triunfo de la revolución sobre la monarquía, fueron relegadas nuevamente al espacio doméstico.

Participación de la mujer en la Guerra de los Mil Días.

En el caso de Panamá, la participación de la mujer en la Guerra de los Mil Días ha sido un tema poco estudiado por la historiografía nacional y colombiana. Carlos Jaramillo tiene un trabajo titulado, ‘La Guerra de los Mil Días (1899-1902). Sus jefes, su estructura y sus componentes', que se refiere al tema de la mujer en la guerra. El autor afirma que una sola investigación trata con justicia a las mujeres.

El resto de los investigadores que se han ocupado de esa guerra han pasado por alto la participación de las mujeres en este conflicto, o como se dice hoy, las han ‘invisibilizado'.

Por lo general solo se ha tomado en cuenta el aspecto sentimental, como compañera de los combatientes. Sin embargo, ellas participaron en el conflicto de varias maneras. Algunas ingresaron a la guerra como elemento de apoyo, sirviendo como mensajeras, espías, en el transporte de armas y drogas para curar a los heridos. También lo hicieron como suministradoras de alimentos y de materiales bélicos, al igual que en el combate propiamente dicho, tal como se destacó en las guerras de independencia a inicios del siglo XIX.

En la guerra de los cholos en Coclé, el Sr. Juan José Quirós, quien fuera secretario de Victoriano Lorenzo, al hacer referencia al asalto al caserío de El Cacao por parte de las tropas del Gobierno que buscaban las armas que se había traído Lorenzo, luego del combate del puente de Calidonia sostiene que: ‘Ante el ataque a El Cacao, un grupo de indios con sus escopetas, y hasta mujeres había entre ellos, se fue al paso del camino sobre el río Larguillo, por donde debía cruzar de regreso la caballería oficial que quemó el caserío'. En el ejército de Lorenzo, las mujeres también hacían las veces de combatientes.

En el cuartel general de Lorenzo, en La Negrita de Penonomé, había muchas actividades en donde colaboraban las mujeres. El Sr. Quirós comenta: ‘Los cocineros eran hombres y algunas señoras ayudaban al fogón, pelaban verduras, barrían, fregaban, cargaban agua y lavaban ropa con jabón que les suministraba el depósito'. Ese comedor era atendido por muchachos y mujeres. Estos comentarios dejan entrever que las mujeres jugaron un papel fundamental en la guerra y lo único que falta es seguir indagando en el papel decisivo que jugaron durante la Guerra de los Mil Días.

Luego de 114 años del fusilamiento de Victoriano Lorenzo, aún queda mucho por hacer para que a la mujer panameña se le otorguen los derechos sociales y políticos que le corresponden. Aún falta que se le otorgue la igualdad salarial en cualquier trabajo profesional y sobre todo, que se les respete su vida como persona humana. Es importante que a la mujer humilde se le otorguen todas las oportunidades para que desarrolle su talento y pueda contribuir con el desarrollo del país.

CRU DE COCLÉ.

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