Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...

Las cosas aparentemente han sucedido u ocurrido de manera bastante rápida, no quiero decir apresurada. Muchas veces la realidad de los acontecimientos supera a las características de los sucesos o hechos ocurridos en tiempo y espacio. Es posible que se hayan madurado eventos fuera de nuestro control y alcance o se venían fraguando con muchos meses de anticipación, o quizás, años en gestación.
Para los que andamos entrados en algunos años nos retrotrae a la memoria aquellos acontecimientos, guardando todas las proporciones de las épocas, momentos, contextos históricos y otros aspectos —que quede claro— lo que ocurrió con la Empresa Nacional de Semillas (Enasem), Empresa Nacional de Maquinaria Agrícola (Endema), mal o bien Cítricos de Chiriquí. Sobrevivieron el IMA, Idiap, ISA, y el mismo BDA. Repito nuevamente, eran otras épocas y condiciones diferentes. Imperaba el Fondo Monetario Internacional (FMI) con sus políticas neoliberales. Ahora gobiernos proempresa privada y con remanentes de un estado de bienestar.
Todo lo anterior, en cierta medida, guarda algún nivel de similitud a las situaciones acaecidas en la Argentina de Milei, con su motosierra, relativo al “achicamiento” y desregulación del Estado; igualmente el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció el recorte del Gobierno de 20 a 14 ministerios y de nueve a tres las Secretarías, agregando el despido de 5.000 funcionarios de distintas instituciones del Ejecutivo y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de acuerdo con una portavoz gubernamental.
Si por allá llueve, acá no escampa, pero en menor proporción. El Gobierno nacional anuncio recientemente la eliminación del Ministerio de la Mujer; el Banco Hipotecario Nacional pasará a ser un instituto de fomento dentro de la Caja de Ahorros para impulsar los programas de vivienda de interés social, a la vez de reducción de la nómina, es parte de una reforma del Estado.
En el caso nuestro, más específicamente, el BDA, luego de los primeros anuncios del presidente de la República, que incluyen las dos instituciones señaladas anteriormente, indican que el BDA se iba a reestructurar y pasaría a la banca agropecuaria del Banco Nacional; luego, según algunos medios informativos, se convertirá en un Instituto de Fomento Agropecuario.
Son estadios de nuestro tiempo actual, transformaciones en el planeta, cambios bruscos o paulatinos que ocurren vertiginosamente
Hay mucha especulación en los casos sobre recortes de personal, revisión de contratos, reubicación, situación de enfermedades, traslados y lo que implica esta nueva realidad para todas las circunstancias. No ha prevalecido la divulgación adecuada, cierto hermetismo y los estudios o análisis técnicos financieros que se han realizado no están al alcance de la mayoría de la población, porque son aspectos complejos, difíciles relativos a finanzas, inversiones, tasas de retorno, capitalización, ingresos, egresos y ese mundo de los números y el capital.
Hay poca accesibilidad a todos los elementos de análisis para efectuar una disección exhaustiva acerca de la coyuntura y posibles escenarios, ya que la información, está diseminada, pues podemos caer en el subjetivismo y posiciones antihistóricas. Existen diferentes abordajes al respecto. Continuar evaluando el desarrollo de los eventos.
En esta primera aproximación, como marco de referencia, quizás acudir al buscador auxiliar Google para ir estableciendo que “la principal diferencia entre un banco comercial y un banco de fomento radica en su enfoque y funciones. Los bancos comerciales se enfocan en operaciones bancarias cotidianas con individuos y empresas como depósitos, préstamos y servicios financieros básicos. Los bancos de fomento, por otro lado, se centran en financiar proyectos de desarrollo a largo plazo, a menudo con un enfoque en sectores específicos como infraestructura, agricultura o industria”. Más o menos se comprende el concepto.
Ahora, sin embargo, se reinició el juego y se están anunciando las reglas iniciales y empezó el partido. De acuerdo con el gerente del Banco Nacional, el BDA acumulaba pérdidas operativas anuales de al menos $15 millones, a los que se le suma un deterioro en su cartera de crédito que oscila entre $15 millones y $20 millones adicionales por año.
Recientemente, y con base en la Resolución 17-2025 del 22 de julio, ordenó el cierre temporal y la fusión de 12 sucursales en cinco provincias a partir del 28 de julio. Igualmente, la gerencia del BDA ha invocado la Ley 17 de 2015 que reorganiza la institución y la resolución de Gabinete 57 del 10 de junio de 2025 para justificar “una reestructuración” que apunta a la eficiencia.
Entre otros aspectos, es importante indicar también cuál fue el papel que ha desempeñado el FECI (Fondo Especial de compensación e Intereses) durante todo este periodo, cuál fue realmente el aporte y su importancia en las ejecutorias del banco. Revisar las cifras que se han anunciado públicamente al país para comprobar efectivamente de pérdidas operacionales, cuál era las función del juzgado ejecutor, el estado de los vehículos, la capacidad efectiva del personal técnico, rendición de cuentas, informe de gestión, cartera de préstamos.
Definitivamente, en estas cortas líneas es imposible abarcar una temática tan heterogénea y complicada, muchas inquietudes han quedado en la incertidumbre, por las razones expuestas anteriormente.
Ojalá que en la reestructuración predomine la evaluación serena, reflexiva, sin apasionamientos, y no debe prevalecer el economicismo puro y radical, ni retrotraernos a la época del IFE, sino que sirva realmente el objeto y sujeto, el microcrédito al pequeño y mediano productor, sin olvidar a la PADE.