• 12/01/2023 00:00

Modelo panameño: crónica de un colapso anunciado

Un viaje con reflexión crítica, llevará al lector al pasado y la realidad presente del país, done se esperan muchos cambios junto con una verdadera democracia que desplazará la falaz y caricaturesca que han intentado 'hacernos creer'

Amiga (o) lectora (or) de La Estrella de Panamá —Sección de Opinión, con el encabezado de este artículo, símil a novela de Gabriel G. Márquez —“Crónica de una muerte anunciada”—, invítote a viajar, con reflexión crítica, sobre el pasado y la realidad presente; con sus perspectivas relacionadas con nuestra patria. En consecuencia, haremos juntos un breve recorrido de esas tres etapas aleccionadoras de nuestra historia:

Primera Etapa, de 1903 a 1930:

Te confieso mi permanente gratitud a los profesores de Historia, del Instituto Nacional, que nos guiaron a develar los primeros veinticinco años postcolombianos, con sus luchas clasistas por el poder político; la destacada figura del Dr. Belisario Porras, seguida de una huelga inquilinaria que estremeció todo Panamá; hecho que destaca la injerencia abierta-directa, por primera vez, del ejército norteamericano, para sofocar un movimiento en suelo patrio.

Causas objetivas: gobierno de espalda oligárquica con un modelo socioeconómico que marginaba respuestas favorables a la mayoría popular.

Segunda Etapa, 1930 a 1950:

En la década de los años treinta —1931, más exactamente— surge el Movimiento Acción Comunal, compuesto por una juventud muy ilustrada y nacionalista, donde se destacan los hermanos Arias (Harmodio y Arnulfo), que deciden vanguardizar el derrocamiento del gobierno presidido por el Presidente Florencio Harmodio Arosemena; por condenarlo como corrupto y antipatriota con sus nexos norteamericanos. Movimiento que recibió masivo respaldo popular y dio origen al Partido —hoy— Panameñista.

Se enfatiza celosamente el destacar nuestra identidad como nación, con rechazo a expresiones que nos alejaban como tal. En ese andar frenético, por el rescate y sostenimiento de nuestra nacionalidad, producto de una coherente educación, asentada en el Instituto Nacional, que alentaba el libre pensamiento como subproducto del liberalismo heredado de Europa, irrumpe una luchadora juventud que rechaza toda clase de injusticias; lo cual se refleja en la abrogación de los Tratados Filos-Hines (1947), sobre sostenimiento de muchas bases militares bajo el control del ejército norteamericano. Nueva consciencia que alienta la creación del Partido Frente Patriótico de la Juventud.

Tercera Etapa -1960 a 1990:

Se inicia por el impacto que produce el inicio de la revolución cubana, sobre todo en América Latina y el descrédito de los partidos políticos en Panamá; con abierta inmoralidad para fijar caprichosamente puestos de elección popular y el fraccionamiento con sector, de alto mando, perteneciente a la Policía Nacional; quien dan un Golpe de Estado para derrocar el gobierno presidido por Arnulfo Arias. Surgimiento que aún se estudia y que introdujo un nuevo modelo de desarrollo con énfasis en lo social, incluyendo la recuperación de toda la franja canalera, con el apoyo de una economía enfatizada en la producción interna para disminuir la taza de importación externa. Modelo que, sin clara definición, integró todos los sectores socioeconómicos, del país, con la consigna “administración de la producción para la liberación”. Modelo que fue desarticulado posteriormente para dar paso al actual modelo neoliberal que otorga más derechos, poder y prioridad a las iniciativas privadas con marginación a las públicas. Por lo extenso que sería debatir sobre los pro y contras de ese modelo extirpado, déjote en libertad para que investigues ese espacio que también lo viví.

Cuarta y actual etapa:

Impresiona cuando personeros de nuestros gobiernos, a partir de 1990, exponen e impresionan sobre cifras en inversiones públicas de carácter material; cuyas cantidades no se reflejan significativamente en un aumento mayoritario en la calidad de vida; lo cual se refleja en protestas y paros masivos; hasta llegar, como paliativo, a la llamada Mesa de Diálogo. ¿Podrán estos remiendos evitar que una nueva dirigencia liderice un movimiento masivo que eche por tierra este modelo neoliberal obsoleto, para dar cabida a otro modelo más humano; con mejor distribución de la riqueza y mayores oportunidades para todos?

El nuevo modelo de desarrollo, que ha sido una imposición de intereses externos unidos a los internos, deberá de ensayarse para eliminar, más temprano que tarde, contradicciones y hasta antagonismos que impiden una verdadera democracia; con el imperio de la moral, la confianza y la ley; dentro de nuevas relaciones de producción para producir un nuevo ser humano.

Considero que, más temprano que tarde, vendrán esos cambios; pues los hechos históricos, en la humanidad, lo atestiguan, así como los sacudidos cambios en otros países americanos. Una verdadera democracia ha de venir, para desplazar la falaz y caricaturesca que han intentado hacernos creer.

No faltará que se reprima a quienes impulsen cambios hacia un nuevo modelo de verdadero desarrollo para que no se hunda el país y no a quienes pretendan hundirse con él, para mantener sus egoístas y corruptos intereses explotadores de una minoría contra una mayoría; pero al final el derecho y la justicia triunfarán para que se cumplan las palabras sentenciosas de Abraham Lincoln “Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la faz de la Tierra”.

Bien rezan dos viejos adagios:

“Quien siembra vientos, cosechará tempestades y cuando ves arder la casa de tu vecino, pon la tuya en remojo”.

Educador
Lo Nuevo
comments powered by Disqus