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- 03/04/2012 02:00
Accidentes con camiones y mulas
Ya es común informarse en las noticias sobre accidentes de tránsito, ocasionados por la irresponsabilidad de muchos conductores, tal vez por llegar a tiempo a un determinado lugar, regatas entre ‘diablo buses’, irrespetos de las señales de tránsito, estar ebrio o dormirse al volante. Sea cual sea la razón, desde que una persona adquiere la licencia para tener el permiso de manejo de automóviles y de ‘saber manejar’ se asume una gran responsabilidad. Aún más para los conductores del transporte público y los de carga pesada.
El tema de los autobuses y sus choferes es algo muy conocido, porque la mayoría hemos experimentado adrenalina parecida a cuando se sube la montaña rusa, gracias a las regatas y otros, hasta vivido los choques. Este problema parece estar acabándose, gracias al nuevo transporte público, el Metrobús. Los empleados de esta empresa no deberían estar ‘apurados’; pues, tienen un sueldo fijo.
Roguemos que este nuevo servicio no resulte ser más de lo mismo en materia de seguridad vial.
Los vehículos de carga pesada son un peligro latente, al verlos me hace recordar una enseñanza de mi madre. Ella dice que me aparte lo más lejos posible de estos vehículos, porque los considera monstruos y les ha dado un muy buen nombre, por el tamaño, el ruido que liberan y las catástrofes que ocasionan, gracias a la velocidad que los caracteriza.
Desde hace varios meses me he detenido a observar estos monstruos —gracias a la mayor parte de sus conductores— y las consecuencias que dejan, además de la cantidad de reportes de accidentes ocasionados por estos individuos.
En lo particular me pregunto ¿por qué van a tanta velocidad? Según lo que sé, estos camiones requieren de mucha habilidad y destreza para manejarlos, por eso hay una licencia especial para ello; la Licencia Profesional para la maquinaria pesada o tipo F.
Parece que el aprendizaje lo botaron por la ventana, lo que no comprendo es ¿por qué tanta prisa? ¿Serán más hombres —machos— conduciendo camiones y mulas a toda velocidad?, demostrando ‘su control’. Lo ‘profesional’ no lo aprecio por ningún lado. Se les olvida que pueden ocasionar tanto daño al chocar con otros carros o volcarse en las calles y autopistas. ¿Será porque sus jefes quieren que transporten el material lo más rápido posible?; entonces, ¿la raíz del problema se origina en los ‘jefes’ o dueños de constructoras? Aquí es donde debería entrar la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre con la Policía Nacional, impartiendo medidas más serias a tomar con este tema. Pero aún sigo enterándome de variedad de noticias desastrosas en las que como protagonistas están los conductores al mando de los camiones y mulas.
Creo que parte de la solución es imponerles multas a los jefes de estas compañías que permiten que sus empleados manejen de esta forma. Ojalá que disminuyan estos incidentes, en vez de seguir aumentando, porque es algo muy doloroso ver cuando estos casos cobran vidas humanas y no se hace nada al respecto.
*ESTUDIANTE DE PERIODISMO.