• 28/03/2013 01:00

¿Por qué murió Jesús?

J esús murió para restaurar el compañerismo del ser humano con Dios, su Hacedor. Dios envió a Jesús al mundo para morir en lugar de la h...

J esús murió para restaurar el compañerismo del ser humano con Dios, su Hacedor. Dios envió a Jesús al mundo para morir en lugar de la humanidad pecadora. El sencillo evangelio de la salvación, es un hilo de oro que une todas las Sagradas Escrituras desde el Génesis hasta el Apocalipsis, con la promesa de esperanza y restauración.

Jesús es presentado como el segundo Adán. Por el primer Adán, y su decisión de violar la ley de Dios, todos los seres humanos fueron condenados a la muerte. Jesús trajo vida, donde Adán dejó una estela de muerte.

Aunque algunos cuestionen la realidad de Adán y Eva, la vida y la muerte de Jesús dan validez a la historia del Génesis acerca de estos progenitores de la raza humana. Fueron personas reales, que literalmente pecaron y que trajeron la muerte física al mundo.

Dios creó a Adán y Eva a su imagen, los colocó en un ambiente privilegiado y les dio instrucciones de cómo preservar lo bueno de la creación. A pesar de las ventajas que tuvieron, desconfiaron de Dios y eligieron desobedecer su mandato. Eva fue engañada por Satanás, en la figura de una serpiente, y desobedeció a Dios. Adán no fue engañado, eligió voluntariamente desobedecer.

El pecado afectó la creación entera. La imagen de Dios, estampada en los seres humanos, fue deformada y la humanidad ya no posee la misma relación con el resto del mundo y la naturaleza con que fueron dotados originalmente. Los aspectos morales han llegado a estar tan corrompidos que muchos niegan que los humanos alguna vez fueron creados a la imagen de Dios.

No obstante, Jesús venció a Satanás en cada punto en el que Adán y Eva fracasaron. El conflicto entre Jesús y Satanás tiene sus raíces en el relato de Génesis sobre la creación y la caída. El apóstol Pablo reconoció que Satanás sería herido y aplastado. ‘Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies’, se lee en Romanos 16:20. Este es un eco de la promesa dada a Adán y Eva acerca de que un descendiente de Eva derrotaría a la serpiente engañadora.

Jesús sacrificó su majestad, su esplendor, su gloria y su honor por los seres humanos. Soportó el insulto, la burla, y sufrió una muerte sumamente dolorosa de la manera más vergonzosa, para poder exaltar y salvar a los descendientes caídos de Adán de una miseria desesperada.

En el sacrificio del Calvario, la serpiente fue aplastada, fue derrotada y finalmente será destruida definitivamente. Sin embargo, mientras llega ese momento, Satanás, aunque es un enemigo vencido, está vivo todavía y es una fuerza maligna que hay que tomar en cuenta.

Hebreos 2:14 y 15 provee otro eslabón con el libro de Génesis. Se describe que ‘por medio de la muerte’ Jesús destruyó ‘al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y libró a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre’. Como resultado de la clara victoria de Jesús tanto la muerte como Satanás serán destruidos.

Jesús no se quedó en la tumba después de la crucifixión. La suya es una tumba vacía. La resurrección corporal de Jesús fue un verdadero acontecimiento. Después de muerto, lo vieron centenares de personas. Jesús fue un ser humano real, con un cuerpo real, que realmente murió y resucitó literalmente. Más que cualquier otro hecho único de la historia, es la realidad de la resurrección lo que da vida a la religión cristiana.

Las conexiones neuronales en el cerebro son destruidas en ocasión de la muerte, pero Dios no las olvida. El Dios que creó la mente de Adán es capaz de recrear las mentes del resto de los muertos.

Jesús murió para manifestar su poder recreador. Solo el Creador podía entregar su vida voluntariamente y tomarla de nuevo. Solo el Creador tiene poder de llevar la historia de este mundo a una culminación, por medio de los trastornos de la naturaleza. Solo el Creador tiene el poder de acabar con Satanás, el pecado y la muerte, dar salvación a los seres humanos creyentes y crear un nuevo cielo y una tierra nueva en los cuales impere la justicia.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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