• 24/07/2017 02:02

Con olor a gato encerrado

Pero ¡ah, no están en la lista Clinton seguramente porque no le conviene a la economía norteamericana!

Desde que el imperio norteño decidió estrangular definitivamente a los diarios La Estrella de Panamá y El Siglo está resultando difícil apaciguar a mis queridas neuronas, que andan soliviantadas. Y con buenas razones. No repito la historia de esta infamia, porque creo que es conocida, dada su importancia para todos los que creemos en el derecho a la libertad de información. La doble moral que practican a su conveniencia los Gobiernos norteamericanos es de vieja data. Basta recordar que el presidente Franklin D. Roosevelt, ante las críticas a la corrupción y la dictadura sangrienta de Anastasio Somoza G., aliado de los gringos contestó: ‘He may be a son of a bitch but he is our son of a bitch '. Eso permite entender por qué los Estados Unidos de Norteamérica se acomoda según le conviene. Bajo esas consideraciones no considera delito comerciar y permitir la venta de productos fabricados en países donde grandes firmas usan mano de obra esclava, hecho conocido y reconocido; entre ellos en Mali, Sudán, Congo, Formosa, China, India, Bangladesh, Brasil y otros más. Pero ¡ah, no están en la lista Clinton seguramente porque no le conviene a la economía norteamericana!

A Panamá la vapulean como paraíso fiscal, pero en territorio norteamericano albergan cientos de miles de compañías y cuentas bancarias de dudosas procedencias. ¿No es extraño que de entre tantas se hayan fijado en las de los Waked? Y no es que los estoy defendiendo; es que es infame negarles el derecho a ver las pruebas para armar su defensa sobre esas pruebas. Es todo. Soy lega en asuntos de leyes, pero si Ricardo Martinelli tiene el recurso de la defensa y de que sus abogados muestren las pruebas de su alegada inocencia, ¿por qué no reciben Abdul Waked y otros en lista Clinton el mismo trato?

En ‘La sorprendente lista de los 10 países con más secreto financiero' (Panamá no figura entre ellos) la organización Tax Justice, una red para la justicia fiscal con sede en Londres, llega a la conclusión de que ‘Hay un doble rasero. Muchos de los países desarrollados alojan o apoyan jurisdicciones en las que el secreto o la falta de transparencia es grande'. Obama citó en una ocasión el caso de Ugland House, un edificio en las islas Caimán (emblema de los paraísos fiscales) en el que tienen domicilio 18 000 compañías que sirven de fachada para operaciones financieras dudosas. Pero el presidente de EE.UU. (hoy expresidente) y Trump, el actual, sigue teniendo en sus propias fronteras a Delaware, un pequeño estado en la costa este, muy cercano a Washington DC, que es sede de 945 000 firmas –casi una por habitante– muchas de ellas denunciadas como empresas fantasmas. No sorprende entonces que, en la más reciente lista de Tax Justice sobre los países con más secreto financiero en el mundo, EE.UU. sea el tercero de entre los diez primeros. No son tan ingenuos como para pensar que buena parte del dinero que deja el tráfico y consumo de droga (son los principales consumidores) no se queda en su territorio. ¿Por qué la selectividad de OFAC que no limpia su propio patio? ¿Por qué tiene EE.UU. a Panamá en la mira, qué persiguen, cuál será el próximo golpe? ¿Fue pura casualidad que entre reconocidos centros financieros que son paraísos fiscales ‘de los gordos', escogieran investigar a una firma panameña? ¿Nos usaron para señalarnos como los malos y aparecer ellos como los buenos de la película, los que le están dado pau-pau a los Waked, pero no se atreven con los ‘grandotes', los big leaguers que aparecieron en los papeles de Mossack & Fonseca? En esto hay ‘gato encerrado'. ‘Piensa mal y acertarás', frase que se atribuye a Maquiavelo viene al pelo para este oscuro capítulo.

Un informe reciente de investigación de Oxfam señala a Irlanda, Islas Caimán, Suiza y Hong Kong, como algunos de los paraísos fiscales más representativos del mundo. Stefanie Ostfeld, de la organización Testigo Global, advirtió que EE.UU. también es una ‘jurisdicción secreta', al igual que varios países del Caribe. El periodista y experto financiero alemán Ernst Wolff opina que los Papeles de Panamá es un intento de redirigir los grandes flujos financieros de las offshore o paraísos fiscales hacia EE.UU. Según Wolff, el hecho de que las filtraciones no afecten a ninguna empresa estadounidense, podría indicar que el escándalo es parte de una estrategia del país norteamericano. ‘EE.UU. es el patio de juego del dinero sucio del mundo'. ‘No en vano, el rechazo de Washington a aceptar las propuestas de la OCDE se convirtió en un atractivo para quienes necesitan de paraísos, como los estados de Nevada o Dakota del Sur, para ocultar dinero a sus Gobiernos', publicó el portal Bloomberg.

Existe tanta información sobre el movimiento de dinero para evadir el pago de impuestos; financiar terrorismo; comprar armas, etc., que no me convence el cuento (que es lo que parece) de la OFAC que eliminar los diarios La Estrella de Panamá y El Siglo es combatir el narcotráfico. Lo que creo es que la soberbia OFAC considera humillante reconocer que se excedió. Al final, dependerá de nosotros cerrar filas para salvar la existencia no solo de dos diarios, sino el sustento de cientos de trabajadores. Y para hacerle saber a los buenos norteamericanos que su Gobierno no practica lo que predica.

COMUNICADORA SOCIAL.

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