• 07/05/2020 00:00

Panamá: un país con tradición de servicio, conectando al mundo

El 25 de abril se cumplieron los 75 años del inicio de la conferencia de San Francisco que culminó un 26 de junio de 1945 con la firma de la Carta de las Naciones Unidas en el Edificio del Monumento a los Veteranos de Guerra.

El 25 de abril se cumplieron los 75 años del inicio de la conferencia de San Francisco que culminó un 26 de junio de 1945 con la firma de la Carta de las Naciones Unidas en el Edificio del Monumento a los Veteranos de Guerra.

Roberto Jiménez, en calidad de ministro de Relaciones Exteriores y jefe de una delegación de notables panameños, que incluyó a Mario de Diego, Ricardo J. Alfaro y Octavio Méndez, entre otros; marcaron la historia del mundo y la de Panamá, al convertirse en uno de los primeros 50 países en firmar la Carta de las Naciones Unidas que creó dicha organización.

Tres años más tarde, Panamá, a través de don Ricardo J. Alfaro, realizaría importantes aportes en la elaboración de uno de los documentos más relevantes para la humanidad, como lo es la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Desde la creación de las Naciones Unidas, Panamá siempre ha sido un actor clave en la promoción de la paz y los derechos humanos, así como un impulsor del multilateralismo global.

En la actualidad, la emergencia global por el COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de la solidaridad y la de proveer una respuesta sanitaria coordinada a nivel mundial. En medio de este escenario, Panamá sigue reafirmando su solidaridad y compromiso con la paz y con el fortalecimiento del multilateralismo.

Durante décadas, Panamá ha conectado al mundo. El importante rol del canal interoceánico, los puertos, el centro aeroportuario y las zonas francas han permitido a Panamá ser una figura clave en el comercio mundial, pero en medio del COVID-19 estos mismos atributos también le dan un rol de liderazgo en la respuesta humanitaria.

A través del Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas, se ha distribuido ayuda en equipos y materiales de bioseguridad a más de 20 países en la región, siendo una plataforma clave para que los países de América Latina y el Caribe puedan hacerle frente al COVID-19.

Desde el Sistema de las Naciones Unidas en Panamá nos honra trabajar de la mano de un país que sigue siendo un referente para promover la paz y la solidaridad ante las situaciones de emergencia humanitaria, como lo está haciendo ahora ante el COVID-19, y como lo ha hecho en el pasado ante situaciones de desastres naturales.

El equipo del Sistema de las Naciones Unidas en Panamá se une al reconocimiento realizado al Gobierno por el secretario general, António Guterres, porque en medio de la situación de crisis es vital atender las necesidades de todas las personas sin exclusión, especialmente de las personas que se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad, incluidas las mujeres, niños, niñas, personas con discapacidad, personas privadas de libertad, personas que se encuentran en situación de movilidad humana, personas viviendo con VIH, poblaciones indígenas, entre otros colectivos a los que tenemos que garantizar “no dejarles atrás”.

Hoy, nos encontramos en una situación en la que tenemos que reflexionar acerca del mundo que vamos a construir a partir de ahora. Simplemente, ningún país puede “darse el lujo” de volver a donde estábamos antes del COVID-19 con las brechas de desigualdad y un gran número de personas viviendo en condiciones de vulneración de derechos.

La crisis nos ha recordado el precio que pagamos por sistemas de salud débiles y la ausencia de sistemas de protección social robustos e inclusivos. La pandemia nos ha evidenciado la injusticia social que afecta la vida de muchas personas en el mundo, incluyendo Panamá.

Estamos en un momento clave para redoblar esfuerzos y construir economías y sociedades más inclusivas y sostenibles, que sean más resistentes frente a las pandemias, al cambio climático y a otros desafíos globales.

La hoja de ruta -que se tracen los países- para superar la crisis, debe conducir a un diseño social y económico diferente. Nuestra meta sigue siendo avanzar en la Agenda 2030 y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde la ONU reiteramos nuestro compromiso con Panamá para hacerle frente a la emergencia del COVID-19 y avanzar juntos en el alcance de los ODS para no dejar a nadie atrás.

De igual modo, debemos reiterar el orgullo que sentimos de ver a un Panamá solidario, que continúa honrando la visión de aquellos próceres panameños que contribuyeron hace 75 años a la creación de las Naciones Unidas.

Coordinador residente a.i. ONU Panamá.
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