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- 01/01/2014 01:00
Los carniceros del pueblo
Un candidato a puesto de elección popular suele rodearse de un círculo cerrado de familiares y amigos. Les tiene confianza extrema, y puede que se guíe por sus consejos. El candidato — y aquí me refiero al que aspira a la Presidencia — también puede caer en manos de gente mal intencionada y termina encerrado, atrapado y siendo un servil de ‘supuestos amigos’, cegados por el interés de lo que pueden obtener si sale elegido. Y, si el aspirante tiene la misma visión de aquellos, el pueblo pierde. En realidad, el candidato que así razona cae con facilidad en el coro de alabanzas y con proposiciones y dictámenes contraproducentes.
Y, cuando estas proposiciones y dictámenes son de parte de unos cuantos se ultraja el voto popular a la arbitrariedad de ellos. Y, si el candidato avala esta costumbre, que data desde que somos república, entonces la democracia es una gran mentira. Con lo anterior me refiero a la alianza con que se pretendió unir al PRD con el Panameñismo. Gente de poder en los medios y de poder económico dictando los lineamientos en una alianza dizque para crear una nueva república. Mientras no haya cultura política, las alianzas terminarán en una guerra, que siendo de dos, salpica a todo un pueblo. La tan pretenciosa unificación, tenía como propuesta inicial de los cuatro ‘supuestos amigos’, y dizque bajo el marco de una constituyente, que los candidatos gobernaran treinta meses cada uno, y si no, a un plan programático de cinco años: Varela primero y en el siguiente quinquenio Navarro. Vea pues, repartiéndose entre los proponentes, la codicia por el poder. ¡Vaya manera de repartirse ministerios, embajadas, consulados y quién sabe qué otras cosas más! ¡¿Qué les importa a los que tramaron y conspiraron la alianza, con una constituyente?! Ubíquense, señores, ubíquense... y tú, pueblo panameño, ¡despierta! ¿No ves que están abusando de ti?
Uno de estos cuatro expresó: ‘Diseñamos un borrador para un pacto político, económico y social para crear una nueva república, cambiando la forma de hacer política’. ¿Crear una nueva república? Ah sí, cómo no... que se vayan a hacer su nueva república a otro lado y la república del pueblo panameño, que la dejen en paz. ¿Cambiando la forma de hacer política? Pero, ¡por Dios! A ver quién se cree este cuento. Al menos yo, no. A estos cuatro se les cayó la máscara y lo peor es que hay quienes les tienden la alfombra roja y les aplauden. ¿Cómo así que un grupito decide por el voto de un pueblo? Y, los candidatos a ver qué consiguen con una alianza. No aprenden la lección.
Me imagino que cada partido político tiene sus reglamentos y procesos que cumplir en caso de una coalición. En este sentido, me imagino igualmente que los resultados de este ‘fallido golpe’ al pueblo panameño — la alianza de los cuatro — no le convenía ni a Varela ni a Navarro, y solo así, se distanciaron. Lógico, cada uno quería estar a la cabeza. Me alegro que haya fracasado el intento de esta torpeza. Si al menos sirviera para atender las necesidades del pueblo. Pero no, era precisamente para atender las necesidades mezquinas, miserables y usureras de estos cuatro. Pobre mi Panamá, siempre a merced del capricho del poder de los poderosos.
Estos dictadores — quise decir poderosos — son los que más critican a los gobiernos. Un gobierno con una alianza de tal degradación, sería títere de estos cuatro. ¿Cómo se llama eso? Estupidez política. ¿Hacia dónde nos lleva esto? A enlutar la democracia. ¿Unir dos partidos para derrotar al candidato del gobierno? ¡Vaya manera de hacer campaña! ¿Cuál es el miedo? Todo lo quieren fácil. Señores candidatos, no sean ingenuos. Cada quien por su lado, a caminar, a sudar, a ganarse el voto uno a uno con altura, a buscar el voto puerta a puerta con principios, a mantener la unidad del colectivo, a sacar del archivo la ideología de su partido, a practicarla, a hacerse sentir con la moral cuesta arriba hasta llegar a la cima.
En estos días me encontré en un diario de la localidad una glosa que me gustó y se las comparto. ‘Dicen que el evasor de Coronado y Stanley han hecho de todo para imponer a Pacha, pero nada les sale. Quieren manejar la política como sociedades anónimas. Compra y venta’. Y, así es. La política se ha convertido en una sociedad anónima, pero ya sabemos quiénes son los que están detrás de esa sociedad anónima. Los cuatro con sus máscaras bien puestas, las máscaras del engaño, y el pueblo que se deja pervertir, y ellos lo saben y es por eso su actitud. ¿Cuándo aprenderá el pueblo a no dejarse utilizar? ¿Pretender que el candidato del PRD declinara a favor del candidato del Panameñismo? ¿En qué país vivimos? ¿Somos sinónimos de quiénes? ¿De la insensatez, de la jactancia, del engreimiento de unos cuantos que manejan al pueblo a su antojo?
Hay que elaborar el perfil de cada candidato, su historial, su trayectoria política y personal, que rindan informe de sus bienes, que haya transparencia, y también se conozcan quiénes son los carniceros que están detrás de cada uno de ellos. Los carniceros del pueblo. Esos que viven afilando sus cuchillos para hacer el corte que a ellos les apetece. Basta de tanta basura. Que cada candidato demuestre quién es y que llegue a la Presidencia de mi país, con dignidad.
A mis amables lectores, ¡Feliz Año Nuevo!
ESPECIALISTA DE LA CONDUCTA HUMANA.