• 22/02/2013 01:00

Secretos del Vaticano

Dos personajes italianos desacreditan los análisis, muy superficiales, expuestos por algunos religiosos sobre las verdaderas razones que...

Dos personajes italianos desacreditan los análisis, muy superficiales, expuestos por algunos religiosos sobre las verdaderas razones que provocaron la renuncia de Benedicto XVI. Uno es el periodista italiano de investigación, Gianluigi Nuzzi y el otro es el exmayordomo del Pontífice, el denominado cuervo, Paolo Gabriele.

Nuzzi, es autor del libro, ‘Sua Santitá. Le carte Segrete Di Benedetto XVI’, traducido al español significa: ‘Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI’, publicado en 2012. Contiene más de 100 documentos privados que incluyen cartas secretas del Papa y del secretario de Estado, Tarsicio Bertone. La fuente de Nuzzi fue Paolo Gabriele, exmayordomo del Papa y acusado de robar información y entregarla al periodista italiano. Fue condenado en octubre del 2012 a un año y medio y estuvo en una celda del Vaticano por menos de dos meses, tras ser indultado por Ratzinger.

Hay otros documentos y fuentes de la prensa italiana. Los cuervos son las otras gargantas profundas del Vaticano. El periodista español Erick Frattinii publicó a fines del 2012 ‘Los Cuervos del Vaticano’, Benedicto XVI en la encrucijada. El texto descubre detalles de 47 documentos secretos.

Un complot para asesinar a Joseph Ratzinger; un auto del Vaticano impactado con 21 disparos en pleno centro de Roma; testimonios del exorcista del Vaticano sobre la niña Emanuela Orlandi, convertida en esclava sexual durante el papado de Juan Pablo II; dinero sucio de empresarios, políticos y jefes de la Cosa Nostra, manejados por el Banco del Vaticano, malversación de fondos en la Gobernación del Estado-Ciudad del Vaticano, son algunos de los escándalos contenidos en los referidos documentos.

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, los bautizó como VatiLeaks. La connotación no es descabellada. Se asemeja a los WikiLeaks, porque entre sus filtraciones salen a la luz los miles de documentos, entre esos, cables de la diplomacia mundial bajo el manejo de EE.UU., que revelan un conjunto de conspiraciones y corrupción de varios gobiernos. Si todo esto no es cierto, ¿por qué tanto alboroto en EE.UU. y la Roma católica? ¿Por qué renunció Benedicto XVI? ¿Existe acaso una estrecha relación entre su decisión y los escándalos del Vaticano?.

Lo que pasa en la Santa Sede es de vieja data. Antes, durante y después del pontificado de Albino Luciani, Juan Pablo I, un periodo muy corto de apenas 33 días, entre agosto y septiembre de 1978, sucedieron escándalos similares. Previo a la muerte, el sacerdote comprobó sus sospechas sobre los escándalos de corrupción en el Vaticano; la mafia ítalo-estadounidense y el manejo de dinero sucio por el desaparecido Banco Ambrosiano y el Banco del Vaticano. Por ello removió a los gerentes, el cardenal Paúl Marcinkus, jefe del Banco del Vaticano y el banquero Roberto Calvi, jefe del Banco Ambrosiano, cuyo cadáver fue hallado colgado del puente de Blackfriars en Londres, el 18 de junio de 1982. Aunque la policía británica había cerrado el caso como suicidio, años después lo reabrió y determinó que se trataba de un homicidio. Un mes antes, Calvi envió una carta a Juan Pablo II, en la que le garantizaba que no revelaría nada de lo que había hecho, pero el Papa polaco nunca respondió.

El investigador británico, David Yallop, en su libro ‘En Nombre de Dios’, publicado en 1984, sostiene que Luciani fue asesinado, y que el Vaticano encubrió las circunstancias que rodearon la muerte de Juan Pablo I. En su investigación descubrió una cadena de corrupción que vinculaba a figuras destacadas en los círculos financieros, políticos, criminales y administrativos a nivel internacional.

Para el periodista investigador y escritor lituano, nacido en la ex Unión Soviética, Daniel Estulin, la iglesia amasa gigantescas sumas de dinero en un negocio que tiene su origen en la antigua Roma. Apunta a que el próximo Pontífice debe mantener esa ruta y propiciar nuevos negocios.

Mientras algunos se debaten en conjeturas, los secretos del Vaticano siguen acorralando la renuncia del Papa.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus