• 17/02/2016 01:01

La campaña sucia

‘La perniciosa campaña dirigida contra el periodista Álvaro Alvarado y mi persona busca silenciar, vía el chantaje, la mentira y la desinformación, todo tipo de crítica que se haga...'

Campaña es un concepto que el marketing político toma prestado de la estrategia militar. En el ámbito castrense, una campaña se relaciona con la expedición, una serie de encuentros, acciones y enfrentamientos en batallas que permiten conseguir cierto objetivo. La política es la continuación de la guerra por otros medios, y la campaña, lamentablemente, muchas veces es el ejemplo más gráfico que confirma esta sentencia. Existen diferentes tipos de campañas políticas y hoy analizaremos la campaña sucia.

La ‘militarización' de la comunicación política implica que hay principios que se trasladan de un lugar a otro y se dice que la primera baja en una guerra es la verdad, pero es posible que lo que se pierda primero o que nunca aparezca es el honor. ¿Qué es una campaña sucia? Es el uso de la desinformación, el anonimato, la tergiversación de la realidad y el engaño, con el objetivo de asesinar la personalidad del contrincante y desviarlo de su agenda. Por ser actos delictivos, están prohibidas por ley en Panamá.

Las campañas sucias no son ni deben ser parte del marketing electoral y político, por eso existen normas para su control. El engaño y la ridiculización son estrategias psicológicas que se encuentran potencialmente en toda situación social humana y, sobre todo, en las que hay mucho para ganar o perder. La campaña sucia es la fase más cruel de un enfrentamiento o de una competencia política, económica y social.

La campaña sucia siempre ha sido asociada a las dictaduras o a regímenes totalitarios, con o sin signos democráticos. Los casos más famosos son los de Joseph Goebbels y el de la antigua Unión Soviética, la estrategia fascista de Mussolini y las técnicas agresivas del comunismo chino durante Mao Zedong. También hay ideólogos de las campañas sucias en nuestro continente y discípulos de pecho en nuestro país.

La pasada campaña electoral demostró hasta dónde es capaz de llegar un colectivo por mantenerse en el poder. Juan Carlos Varela, en ese entonces candidato presidencial, fue uno de los dirigentes más agredidos por esta estrategia malsana, por ello resulta incomprensible su permisibilidad frente al destape de esta campaña sucia, que involucra a gente muy cercana a su Gobierno.

Durante las últimas semanas se han desarrollo simultáneamente campañas sucias dirigidas por intereses económicos y políticos, caracterizadas por el anonimato y la mentira, con el objetivo de desviar la atención sobre críticas puntuales que se debaten. Actualmente, en Panamá el aparato de seguridad cuenta con presupuesto ilimitado sin control y es uno de los ejecutores de esta campaña de desinformación. Paralelo a este hecho, los intereses económicos utilizan sus influencias con las autoridades para desatar todo tipo de ataques contra quienes de una u otra forma salen a la crítica.

En Panamá, los más vulnerables a estas campañas sucias son los medios de comunicación, los periodistas y los profesionales que se manejan en estos escenarios. La perniciosa campaña dirigida contra el periodista Álvaro Alvarado y mi persona busca silenciar, vía el chantaje, la mentira y la desinformación, todo tipo de crítica que se haga a la estructura política y económica que ponga en peligro los ingresos monetarios de los que lucran con los negocios del Gobierno. Lucrar de los negocios del Estado no fue ni será únicamente una exclusividad de la administración Martinelli.

La característica principal de la campaña sucia desatada contra el periodista Alvarado y mi persona es que nació en TVN - Canal 2, un medio de comunicación. Esta campaña surge desde los altos ejecutivos de este medio, cuando se divulgan hechos relacionado con su incursión en el negocio eléctrico, es así que en el segmento ‘El Tamal', de su noticiero matutino, aparecen los primeros ataques calumniosos. A esta campaña se sumó otro comentarista que tiene un programa en NexTV, cuya voz aparece en un mensaje de voz anónimo que circula en las redes, con el mismo contenido de mentiras.

Los objetivos básicos de TVN con estos ataques fueron desprestigiar al periodista de mayor audiencia y credibilidad en Medcom, que hoy ocupa el primer lugar en sintonía nacional y satisfacer la vanidad de los que se consideran intocables.

Finalmente, ¿qué persigue estratégicamente esta campaña sucia?: callar las voces críticas y utilizar el miedo como instrumento de dominación. La aguda lucha que se está dando entre los empresarios que controlan la mayor cantidad de negocios en el Gobierno seguirán generando nuevas confrontaciones y campañas sucias, pero siempre habrá guerreros dispuestos a enfrentarlos. No hay bala que mate un ideal ni dinero que oculte la verdad. Que no se engañen.

Para una aclaración a la opinión pública, dejo constancia clara de que la dirección de Medcom jamás me presentó ningún cheque, porque no existen.

INGENIERO

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‘... los más vulnerables a estas campañas sucias son los medios..., los periodistas y los profesionales que se manejan en estos escenarios...'

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