Reflexión a la Tierra

¡Oh paraíso terrenal que nos dejó Dios para morar en compañía de la mujer, la flora y la fauna! Sin embargo, ambiciones desmedidas de los hombres poderosos te están extinguiendo con la destrucción de los ríos, riachuelos, mares y los bosques por pingües ganancias, a través de las empresas multinacionales y compañías e industrias transnacionales que, con sus gases invernaderos, están contaminando el medio ambiente global de la Tierra.

Las veinte naciones más industrializadas del planeta y los siete grandes, si no toman urgentemente conciencia la destrucción y exterminación de la Tierra en los próximos 200 a 300 años serán inevitable, pues por el exceso de gases tóxicos y anhídrido carbónico, los seres humanos no podrán respirar y la muerte será inexorable.

El calentamiento global, los maremotos, cambios de temperatura bruscos y los movimientos telúricos de gran magnitud son señales inequívocas de la destrucción que está provocando el hombre, inducido por ambiciones económicas desmedidas, sin importarle un comino la suerte de su hábitat, el planeta Tierra. Deja a un lado estos mezquinos intereses económicos y ama y protege a la Tierra, firmando la Declaración de Kioto, de Copenhague y la Declaración de la Cumbre de la Tierra expedida en Brasil, para proteger a la humanidad de la contaminación ambiental y, por ende, la continuidad de la vida a las futuras generaciones.

Imperios y naciones poderosas industrializadas, reflexionen y tomen conciencia acerca de la devastación de los ríos, mares y los bosques o, de lo contrario, cuando reaccionen y pretendan adoptar medidas ambientales, será demasiado tarde. Apliquen las medidas científicas y tecnológicas que sean necesarias para reducir a la mínima expresión los gases envenenados y así seguir produciendo alimentos por el bien de la humanidad.

Para lograr estos fines y propósitos, comprométanse con todos los países del mundo, a cumplir a cabalidad y con firmeza, todas las Declaraciones que hayan sido enunciadas para proteger la Tierra de la contaminación ambiental irreversible, y así extender la continuidad de la vida en nuestro planeta, mínimo por los próximos 500 años. Actúen rápido, pues, de lo contrario, las familias no podrán respirar debido a la polución y cuando las medidas se adopten, ya será demasiado tarde.

¡Vivan los hombres, mujeres y niños que protegen el medio ambiente y moran con amor en la Tierra...!

¡Vivan las naciones civilizadas que luchan sin declinar, por proteger nuestro planeta de las acciones desmedidas y los hombres insensatos que, sin piedad, destruyen el medio ambiente...!

Todos los gobernantes del mundo, reflexionen a tiempo, y juntos, con amor protejamos la Tierra de su muerte y extinción a todas las luces inexorable...

DIPLOMÁTICO Y ESCRITOR.