• 15/02/2023 00:00

Tóxicos

“El país volvió al ruedo. No precisamente por políticas panameñistas ni de “otro camino, Panamá” ni diseñadas por la “locura”.”

Santiago. _ Terrorífica sería la vida bajo el Gobierno de los pesimistas. Tristeza, amargura, frustración puesta proa del puerto de la depresión. Dicen que democracia solo hubo en Atenas. Lo cierto es que los esclavos de la época tenían otra opinión. Contribuir a entender los sistemas de gobierno y de la sociedad en general, es saludable y necesario. Para que esta labor adquiera rasgos de sensatez y alcance a ser efectiva, debe basarse en hechos constatables, comportamientos consecuentes e ideas optimistas, que desvelen la conveniencia de vivir bajo opciones diferentes. Aquel que se inclinó por cualquier postura opuesta a un Gobierno, tiene todo el derecho de manifestarse en contra, pero el futuro del país, que, sin duda, ama, demanda que lo apocalíptico sucumba ante lo venturoso de un devenir distinto.

Un ciudadano respetuoso del Estado de derecho, que no tema ser libre, jamás surgirá del reino de la impunidad, la corrupción o la mentira, ni del feudo de la descalificación y la “visión nocturna” de la dinámica realidad, cargada de pasado. Valoramos más una crítica furiosa que una didáctica. Renunciamos a enseñar a vivir en democracia. Confundimos libertad con libertinaje. Nos resulta menos esforzado espetar lo que “reposa en la punta de la lengua” que reflexionar. Damos más fe al producto de la diatriba y la observación visceral que al resultado del diálogo y la voluntad mediadora. Saltamos emocionados ante agudos y “sangrientos” señalamientos, mientras nos aburren los argumentos y el debate serio de las ideas. Preferimos la escueta propaganda con sus graciosas metáforas y acomodaticias consignas al análisis documentado y debidamente sustentado. Nos dejamos llevar por el meme ideológico, en vez de embarcarnos en la evidencia histórica.

Por ejemplo: hasta inicios de febrero, se contaban 125 giras presidenciales. El que desee ver al presidente en acción, esa es una buena ocasión. Un presidente ausente: los hechos demuestran lo contrario. El PIB creció 11 % entre enero a septiembre de 2022. Casi todos los sectores económicos arrojaron resultados positivos en los nueve primeros meses del año pasado. El comercio contribuyó 27.6 % al incremento del PIB. La construcción 18.3 %. El turismo y afines, 4 % (Fuente: MEF). La recaudación aumentó el pasado ejercicio fiscal 21 % (Fuente: DGI). Y la onda expansiva de la pandemia presente, pero la recuperación va. El punto es que se evidencian la responsabilidad, la visión de país y la capacidad. El país volvió al ruedo. No precisamente por políticas panameñistas ni de “otro camino, Panamá” ni diseñadas por la “locura”.

En política, los pesimistas no alcanzan a ver todo el escenario. Los independientes postularon 32 nombres para el cargo de presidente (por ley quedarán solo tres). Dicen que “todo pinta mal” y no pudieron ponerse de acuerdo en nada. El mensaje fue en la dirección opuesta a lo que defienden todos los días. Y es porque, en los hechos, son una versión camuflada de la precariedad democrática. No creen en las giras, en el contacto periódico con los de a pie. Carecen de estatura mundial para enriquecer nuestro pequeño país en el concierto internacional de naciones. Jamás hubieran podido recuperar el Canal, ese que hoy les permite vivir bien. El pueblo panameño sabe quiénes son; sabe que vienen disfrazados; huele sus nefastas intenciones; quieren engatusar al voto popular. ¡Hagamos bien la tarea para desenmascarar a los tóxicos!

Abogado, embajador de Panamá en Chile.
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