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- 30/03/2021 00:00
Turismo y pandemia: Parque Nacional Coiba
En el segundo fin de semana de apertura en pandemia, me fui para Santa Catalina, al sur de Veraguas. Mi viaje me llevó a visitar uno, sino el más extraordinario paisaje natural que he pisado. Santa Catalina y las aguas del Parque Nacional Coiba son de una belleza excepcional y deberían estar disponibles para la mayoría de los panameños.
El viaje discurre sin novedades. El sistema de carreteras entre ciudad de Panamá y Santa Catalina se encuentra en perfecto estado, a excepción de un pequeño tramo entre Hicaco y Santa Catalina. Aquí una primera oportunidad para el Ministerio de Obras Públicas. Una carretera en buen estado abre la oportunidad para una experiencia agradable.
Encontré la comunidad de Santa Catalina “activada” con una débil actividad económica por la reapertura. Observé la oferta de alojamiento cerrada y en malas condiciones por falta de mantenimiento, circunstancia explicable después de un año de cierre. Un apoyo directo del Ministerio de Comercio e Industria y la Autoridad de Turismo podría ayudar a poner en condiciones la oferta turística y apoyar directamente a microempresarios y operadores de turismo.
El viaje al PN Coiba es uno de los destinos recomendado. La calidad del atractivo natural de las aguas del Parque es extraordinaria. El viaje por el litoral tachonado por colosales acantilados y farallones de milenarias rocas, contrastadas con las aguas de todos los azules posibles e imaginables, es impresionante.
Hubo percances en ese viaje a Coiba. Al momento de abordar el bote, no hubo registro de las personas que iríamos al Parque. No hubo registro de zarpe. Con esa ausencia de información, no es posible alimentar ninguna estadística para evaluar una actividad empresarial. Lo que no se documenta no puede ser evaluado, si no hay evaluación, no hay posibilidad de encontrar nichos de mejora. Zarpamos, y, a 15 minutos de viaje, el motor de la lancha se averió en medio del mar. El joven botero, parte de la fuerza laboral que forma parte de la red de operadores de turismo locales de turismo, no tenía herramientas para reparar el motor, tampoco tenía data en el teléfono para comunicarse con tierra firme. Por fortuna apoyamos la comunicación con recursos propios. Otra lancha asistió a la nuestra, el motor fue reparado y retomamos el viaje. Pregunté, si hubiéramos naufragados en el mar, ¿cómo sabrían de nuestras identidades, si no hubo un registro previo antes del zarpe? Acá una oportunidad de la ATP y de la AMP en capacitar a los operadores para una operación segura. No creo que insistir en un aeropuerto sea una solución para tener acceso seguro a la isla.
Atravesamos el canal de aguas turbulentas acompañados de un cardumen de delfines. Estos sorprendentes animales saltaban del mar sobre la quilla del bote, desapareciendo entre las espumas blancas de ese Pacífico maravilloso. Curiosas tortugas carey se asomaban sobre las olas… más adelante, una enorme mantarraya nos dejó boquiabiertos. Me olvidé del bote varado.
Ingresamos a la estación de MiAmbiente en una de las islas del Parque. No voy a valorar la pobreza y la triste exhibición sobre de uno de los cinco sitios que tienen categoría de Patrimonio Natural de la Unesco en Panamá. MiAmbiente debería tener en el sitio del Parque una exhibición que haga mérito a los valores excepcionales del PN Coiba. Emerge una oportunidad para MiAmbiente en exponer al visitante una exhibición de calidad, que permita tener información sobre el PN Coiba.
El recorrido por el PN Coiba te lleva a parajes naturales marinos que solo he visto en películas y documentales. El mundo submarino de isla Coco es maravilloso. Meros, más tortugas, corales, y entre los arrecifes toda la maravilla de la fauna marina se abre paso, inmutable ante las mascarillas y chapaletas y visitantes curiosos.
En medio de la euforia de los jardines marinos, uno de los visitantes se cortó el pie con unos corales. No había en el bote un botiquín que pudiera dar los primeros auxilios al turista canadiense lesionado. La ATP tiene acá otra oportunidad para mejorar el desempeño de los operadores de turismo, para que tengan equipos de primeros auxilios para abordar estas situaciones.
Seguimos navegando hasta isla Ranchería, en camino supe, por el botero, que isla Granito de Oro fue cerrada por sobrevisitación. Los cruceros, yates con sus anclas y los cientos de visitantes, que no tienen idea de cómo comportarse, arruinaron los arrecifes coralinos de Granito de Oro. MiAmbiente tiene una oportunidad para definir la capacidad de carga de las islas para garantizar la conservación de los de ecosistemas marinos y mejorar las facilidades y el desarrollo del turismo en el PN.
Reconociendo las maravillas naturales de nuestro país y de vuelta a la ciudad, aún embriagado de la magia de Coiba y Santa Catalina, me siento en la obligación de aportar en las reflexiones sobre la intención declarada de la ATP en la reactivación del turismo pospandemia.
La complejidad institucional y gobernanza para administrar un territorio de 77 mil kilómetros cuadrados y garantizar bienestar de 4 millones de habitantes y abordar la dimensión de turismo local, viene de la mano del diseño de un mecanismo de coordinación institucional con un componente social comunitario. Lo anterior, ejecutado con profesionalismo y compromiso; si no, será otro fracaso como la logística de las enfermeras, sin techo y comida después de iniciar la jornada de vacunación COVID-19.
Urge abordar una dimensión de coordinación interinstitucional para generar una sinergia en la inversión pública, que tenga impacto en las economías locales de lugares deprimidos por la pandemia, como lo son las comunidades al sur de Veraguas. Una acción concertada entre los ministerios de Comercio e Industrias, Obras Públicas y MiAmbiente, de la mano de la Autoridad del Turismo, será la llave mágica que va a tener la posibilidad de reactivar la economía y lograr objetivos de desarrollo y bienestar económico que se ha planteado, particularmente la ATP, para enfrentar los retos pospandemia.
¿Y Ud.?, turista que se le convoca a consumir los atractivos del turismo nacional, ¿qué espera?