• 15/08/2011 02:00

Bruce Quinn y su vida en escena

COMUNICADOR SOCIAL.. Hoy, se celebran 97 años de aniversario del Canal de Panamá. A tres años de cumplir sus primeros 100 años de opera...

COMUNICADOR SOCIAL.

Hoy, se celebran 97 años de aniversario del Canal de Panamá. A tres años de cumplir sus primeros 100 años de operaciones, la vía acuática panameña realiza una de las obras más grandes e importantes de su historia: La ampliación del Canal, por medio de la construcción del Tercer Juego de Esclusas, y otras obras necesarias para garantizar su viabilidad por los próximos 100 años. Estos 97 años están repletos de escenas y personajes que están ligadas a la historia de la ruta de muy diversas maneras. En el marco de tan importante celebración, el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, a las 7:00 de la noche de hoy, inaugurará la exhibición ‘Mi vida en escena: Bruce Quinn’, en homenaje al reconocido y destacado director de teatro nacional.

A lo largo de tantos años uno va encontrando y compartiendo con tantas personas en tantas situaciones diferentes que fácilmente podemos perder de vista aquellas escenas que construyen los momentos de la vida. Importantes o no, son las puntadas que van juntando las diferentes mantas con las que nos hemos cobijado durante nuestro tiempo. E importantes o no, en ese proceso de construir nuestras mantas, vamos dejando marcas positivas, que muchas veces desconocemos, en la vida de otros.

Decidí dedicar esta columna a Bruce Quinn, porque una larga lista de personas alrededor del mundo, pero particularmente en Panamá y los Estados Unidos, sienten una enorme admiración y amor por él; y guardan como especiales recuerdos aquellos momentos que, en algún tiempo de su vida, compartieron juntos. En particular, me unen a Bruce tres escenas de su vida entrelazada con la mía que rememoraré brevemente desde la más reciente, la tercera.

A favor de mi sobrino Andrés Holder llamé a Bruce para pedirle particular atención a la audición que Andrés haría para una de sus obras. Le pedí que lo evaluará, pero —no special favors— (nada de favores especiales). Si daba la talla, bien; sino, a otra cosa. Andrés participó en cuatro obras bajo la dirección de Bruce: El mago de Oz (2004), Maestra vida (2005), Jesucristo superstar (2005) y La cucarachita Mandinga (2006). Cuando le pregunté cómo fue trabajar con Bruce siendo un novato de las tablas, me escribió: ‘Inolvidable’. ‘Yo empecé a trabajar con Bruce sólo por querer aprender un poquito más sobre las artes. Él tomó un riesgo grandísimo en elegirme a mí y otros de mis compañeros para ser parte de sus elencos. Él invirtió su tiempo y dedicación para entrenarnos en actuación y producción. Nunca supe que terminaría entrando a un mundo que se convertiría en mi carrera profesional; un mundo en donde los negocios y el arte se fundían para crear el más alto nivel de entretenimiento en vivo posible. Esa es la marca de Bruce en mi vida’. Andrés se graduó hace poco más de año y medio con una Licenciatura en Producción y Diseño Teatral (BFA in Theatre Design & Production) de la Universidad de Michigan y es actualmente el gerente de Producción en la GALA Hispanic Theatre en Washington D.C.

La segunda escena que me une a Bruce fue el apoyo en la producción audiovisual para una presentación sobre sus producciones teatrales que presentó en la reunión anual de la Panama Canal Society en la Florida, por allá por 1994. Parafraseando, en ese discurso Bruce dejó claro —a una audiencia que había disfrutado de sus producciones en décadas pasadas, pero que en su mayoría emigró por razones relacionadas al traspaso del Canal y la secesión de la Zona del Canal— que Panamá era su tierra y su lugar. Que nunca sintió la necesidad de emigrar y que su vida y su vida haciendo teatro se habían fortalecido y ampliado con nuevos amigos y nuevas circunstancias.

Cuando llegué a trabajar al Canal, aún bajo administración de los estadounidenses a mediados de la década de los ochentas, mi madre me dijo que allí laboraba un señor Bruce Quinn. Así comienza la primera escena. Le hice ese comentario cuando preparábamos la producción para el evento en la Florida casi 10 años después y la razón por la que mi madre me hizo ese señalamiento tiene que ver con que mi tía Edna, hermana mayor de ella, fue la nana de crianza de los hermanos Quinn. Cuando le hice el comentario a Bruce sentí por algunos minutos que lo había transportado a un tiempo lejano.

Durante el evento de la Florida, buscó la oportunidad para presentarme a su hermana. Hizo el comentario de quién era sobrino yo; y de ellos entonces sentí una conexión y apreció a mi tía ya fallecida, que sólo se transmite cuando los recuerdos son buenos y los sentimientos genuinos.

Bruce Quinn ha donado al Museo del Canal documentos relacionados con el desarrollo del teatro musical en Panamá. El Museo señala que: ‘Este aporte documental ayudará a divulgar y conservar el significativo testimonio de las artes teatrales como puente de comunicación y vinculación entre la antigua Zona del Canal y la República de Panamá’.

La exhibición estará abierta hasta el 18 de septiembre de 2011 y rinde homenaje a un panameño que ha dejado una huella significativa en la evolución de nuestro teatro, de la misma manera en que ha dejado marcas imperecederas en la vida de cientos de personas que han vivido, participado y aplaudido su arte en diversos escenarios. De la misma manera en que ha dejado una marca perdurable en mi muy especial espacio familiar.

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