Más controversias

El gobierno del presidente Martinelli ha optado por otra controvertida designación en la Procuraduría de la Nación. Una vez más han quedado en entredicho designaciones apegadas a una ‘encubierta’ sumisión al Ejecutivo y no a la independencia de los poderes públicos. Cual ficha de ajedrez, Martinelli ha reemplazado al magistrado Salas con el procurador Ayú Prado y a éste por Ana Belfon, de inmediato se generó un sinnúmero de inquietudes. Varios sectores la sitúan como una personalidad de lealtades ocultas, capaz de realizar investigaciones que el propio Ayú jamás estaría dispuesto a realizar. Con 20 años de democracia, la justicia en el país sigue estando sometida a la improvisación, la turbiedad política y es incapaz de generar confianza. El gobierno de CD está actuando con ligereza en un delicado tema, en lugar de fortalecer la independencia de la CSJ y el Ministerio Público. Es incomprensible que tras los duros cuestionamientos sobre este problema, se acumulen desaciertos, que debilitan la seguridad jurídica y la confianza. Ojalá haya cordura en el Legislativo y se evite más controversias.