Una nueva Constitución

Para muchos, cambiar la Constitución por una nueva no es garantía de que aquí las cosas se harán bien. Que lo que hay que cambiar es a los panameños, lo que literalmente quiere decir, la forma como nos comportamos frente a la transparencia, la democracia, los valores, etc... Hay algo de razón en estas afirmaciones, pero también en que sí es necesario tener una nueva Constitución. El problema surge ahora cuando miembros de la sociedad han tomado la iniciativa de recoger firmas para llamar a una Constituyente, ya que el presidente Juan Carlos Varela decidió no convocarla, incumpliendo su promesa de campaña. Como quiera que ya hay iniciativas individuales para la recolección de firmas para esta convocatoria y la Constituyente fue una promesa de campaña, la lógica indica que antes de que el país entre en un episodio donde los panameños van a ser convocados para este proceso, que el Gobierno tome parte en este asunto y cumpla lo que prometió en campaña. Hay una situación seria, donde una gran mayoría de los panameños siente que necesita un nuevo respiro; que aquí haya un cambio positivo, que se le dé esperanzas de que el país camina hacia el desarrollo. Como estamos, la gente siente que no cambia nada, que solo se benefician los que están en el círculo de poder y los que no quieren que cambie nada, porque se benefician del caos. ¡Sí necesitamos una nueva Constitución!