Así se vivió el emotivo funeral del papa Francisco. El evento reunió a mas de 200.000 personas en la Plaza San Pedro, con la presencia de 130 delegaciones...

El paro que deja aulas vacías, ¿es el único camino posible? ¿Quién levanta la voz por los estudiantes que se atrasan, que abandonan, que se desmotivan? Los estudiantes panameños una vez más son los más afectados por los problemas que irresponsablemente no resuelven las instituciones. La huelga indefinida convocada por los docentes afecta gravemente el acceso pleno y continuo a la educación, que no puede convertirse en rehén de disputas políticas; recordemos que es el pilar sobre el que se construye el futuro de una sociedad. Interrumpirla, aunque sea por pocos días, trae consecuencias irreparables, sobre todo en los sectores más vulnerables, donde la escuela no es solo un lugar de aprendizaje, sino también de contención, alimentación y cuidado. Ciertamente, los problemas de la educación no surgieron como resultado de la huelga, pero sí los agravan. El Gobierno tiene la responsabilidad de llamar a un diálogo con los sectores en protesta y tanto los gremios como el Ejecutivo deben evitar cualquier tipo de intransigencia. Es tiempo de que todos entiendan que garantizar la educación es una prioridad no negociable. Urge crear mecanismos de diálogo y no suspender clases como forma de presión. El derecho a enseñar y a aprender no deberían enfrentarse: deben caminar juntos. Defender la educación es también defender a los docentes, pero sin que el precio lo paguen los alumnos. Una sociedad que frena su educación retrasa también su futuro.