• 31/03/2015 02:00

La expectativa y la realidad...

Hay un tufillo desagradable a permisividad y selectividad en la aplicación de la justicia

Hay un tufillo desagradable a permisividad y selectividad en la aplicación de la justicia. Un funcionario que nombra familiares en la institución que dirige, solo es amonestado verbalmente, pues, como ‘ahorró en arroz’, parece que todo queda allí, los parientes ‘renunciados’ y el que le debe cuentas al Estado, en el puesto, ‘muerto de la risa’. Quizá hay que buscar el origen de esa permisividad que se huele a leguas, a ver si termina... Que sea legal, no quiere decir que sea ético, aunque en el caso del IMA alguien dijo —palabras más, palabras menos— que ‘no importa que no sea ético’. Y ¿qué con la aplicación de la justicia? ¿Se siente la sociedad satisfecha con lo que sucede? Al paso que vamos, todos quedaremos con ‘país por cárcel’, aunque realmente miles de panameños ya lo tienen, porque no hay dinero para viajar..., a muchos apenas les alcanza para la comida y vemos que otros muchos, que atentaron contra el sagrado derecho a comer del pueblo humilde, entran y salen de fiscalías como si nada, con casa o país por cárcel. Y ¿qué decir de alguien que cometió un delito tan grave como fingir ser médico... ¡y de niños!?

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