Mitradel: ojo al Cristo...

Toda buena inversión que se genere en nuestras diferentes provincias del interior es y debe ser bienvenida, pues genera desarrollo para las áreas beneficiadas, lo cual, por supuesto, incluye empleos para los lugareños; y, entre otros beneficios, disminuye el éxodo hacia otras regiones, principalmente hacia la capital del país. No obstante, las autoridades deben estar pendientes de que inescrupulosos no vayan a explotar a gente que, por la necesidad de un empleo, acepta condiciones que violan sus derechos. ‘Inversionistas' que no cumplen ni siquiera con los permisos de funcionamiento, mucho menos con contrataciones laborales que cumplan con nuestras leyes y, como ya señalamos, los trabajadores las aceptan por necesidad, pues el empleo escasea en provincias y hay familia que sostener. Eso sin hablar de los extranjeros indocumentados que desplazan a los nacionales, ‘porque no exigen mucho'. Que las regionales sigan haciendo su trabajo en favor de nuestra gente humilde y trabajadora.