Estigmas judiciales

La carrera presidencial, pese a los riesgos que conlleva el poder, sigue encandilando a muchos políticos. Nada los amilana, ni siquiera la amenaza de un posible juicio por corrupción, enriquecimiento ilícito, abuso de autoridad o lesiones a la confianza pública en el cargo. De los incontables procesos judiciales abiertos en Latinoamérica contra varios ex presidentes de la década de los 90 —Arnoldo Alemán en Nicaragua, Carlos Menem en Argentina, Gustavo Noboa y Abdalá Bucaram en Ecuador, Luis González Macchi y Juan Carlos Wasmosy en Paraguay, Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia o Alberto Fujimori en Perú, entre otros—, los juicios han tropezado con leyes calzadas a la medida, constituciones elásticas y cargos mal sustentados o ‘contaminados’. El dilema principal de los sistemas judiciales poco independientes es que se judicializa la política o se politiza la justicia. En Panamá debemos asegurar la democracia alejándonos de estos estigmas judiciales.