• 19/04/2014 02:00

Un debate agridulce

Al aplicar el criterio de dar participación a todos los candidatos, el debate en la Universidad fue deslucido.

Gran expectativa se había generado porque, por primera y última vez en esta campaña, los siete aspirantes a la Presidencia de la República reconocidos por el Tribunal Electoral, iban a participar en un escenario juntos, exponiendo sus propuestas.

Sin embargo, desde antes de iniciar, se respiraba en el ambiente algo de tensión, especialmente por la presencia de un personaje que, salido de la nada, durante las últimas semanas había estado demostrando su desprecio por la seriedad de lo que representa una aspiración como la que le fue reconocida.

Bástenos dejar sentada la sanción que el Organismo del Pacto Ético Electoral profirió en su contra, por el espectáculo bochornoso de tirar billetes de papel moneda en sitios de aglomeración de personas.

Las dudas se confirmaron y dejaron en evidencia lo que muchos presentían, sospechaban o sabían. Se deslució lo que debió haber sido un foro académico irrepetible.

Como lección para el futuro nos debe quedar la tarea de depurar hasta donde sea posible, los requisitos indispensables para que candidatos por la libre postulación obtengan tal credencial, al menos aquellos que aspiran a competir para el cargo más importante del país. Sin duda debe cerrársele el paso a la sospecha de manipulación y patrocinio inconfesable.

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