Lento, pero seguro

La Justicia ‘se está moviendo’. Se ve el movimiento, se siente la esperanza de que se castigue el peor de los males del Estado, la corrupción. Diez meses atrás, la decepción y el hartazgo de muchos logró que la alternabilidad en el poder Ejecutivo siguiera siendo la tradición. Pero pasadas unas pocas semanas de la entrada del nuevo Gobierno se demandaba ‘más acción’ del Ejecutivo, de la Justicia, no tanta del Legislativo que ha sido siempre la gran decepción, también ya es tradición. Se expresaba temor porque siguiera este siendo ‘el país donde nunca pasa nada’. Se criticaba la lentitud, se cuestionaba que no se actuara con la rapidez esperada conocidos los desmesurados atracones de funcionarios del anterior Gobierno a los dineros y bienes del Estado. Mas hoy, se ve cómo, poco a poco, se va armando el rompecabezas de toda esa maraña de atracos. Y van cayendo los responsables, de todos los niveles, pese a las argucias de algunos, ya a buen recaudo, por negociar y renegociar su colaboración con las investigaciones para lograr ‘un mejor trato’, que esperamos que no se convierta en blindaje para que no paguen por lo que deben. El pueblo ha puesto su confianza en las nuevas autoridades y, hasta ahora, las autoridades han demostrado que vamos por buen camino en el castigo a la corrupción. Que se respeten el debido proceso y la separación de los poderes del Estado, que se actúe con transparencia y podremos decir que sí van a caer todos los que deban... sin ningún privilegio.