El rastro del dinero

Si hay una pista inconfundible, es la que deja el dinero. En la investigación que se siguió al exmagistrado Alejandro Moncada Luna con máxima audiencia televisiva e interés nacional e internacional, han quedado interrogantes que ningún acuerdo debe dejar de resolver. No es solo que se haya confesado culpable de enriquecimiento ilícito, sino que no debe quedar ninguna duda de si ese enriquecimiento está relacionado con su desempeño en la Corte Suprema de Justicia. No es solo una cuestión de no haber declarado a tiempo sus bienes o de no haberlos identificado todos, sino que aquellos que tenía ‘debajo del colchón’ son de origen dudoso hasta que se demuestre lo contrario. No es solo que asuma su responsabilidad como funcionario, es que también hay culpa en sus secuaces. Que se sepa, un magistrado de la Corte Suprema de Justicia no debe tener otra remuneración que la de su desempeño en esa alta instancia judicial y la salvedad vale solo para la docencia superior, a la que Moncada no se dedicaba. La denuncia que han presentado Juan Jované y otros ante el Ministerio Público para que la justicia regular averigüe sin retraso el origen del dinero de las cuentas aprehendidas a Moncada debe descubrir la pareja (o parejas) de este baile. ‘It takes two to tango’... Hay que seguir el dinero.