• 21/05/2015 02:00

Un caso trascendental

Un pueblo burlado, es un pueblo peligroso. La Asamblea Nacional tiene en sus manos dar una solución satisfactoria

El olfato de la población difícilmente se equivoca. Durante el quinquenio anterior se conocía que la Corte Suprema, máximo referente de la Justicia, estaba supeditada al Órgano Ejecutivo, y que muchos magistrados anteponían los maletines a las leyes. Las denuncias contra el magistrado Víctor Benavides Pinilla son muy graves. Se ha señalado, entre otros, que cambiaba fallos por dinero. Que ante un mismo delito dictaba sentencias distintas. Que mantenía relaciones sexuales con menores. Actos, todos, impropios de una persona que ha de ser ejemplo de probidad y conducta intachable. Ahora, es la Asamblea Nacional la que ha de decidir la suerte de este personaje, otro órgano en la mira de la población por actos alejados de las leyes y de los intereses mayoritarios. Ya se había denunciado la ausencia, sin justificación, del presidente de la Comisión de Credenciales, lo que levantó sospechas, pero que se pueden disipar si el Órgano Legislativo se apega a los procedimientos legales. La ciudadanía está atenta y juzgará, si los encargados de llevar a cabo este proceso, no entran en las conocidas tácticas dilatorias, que al final el caso queda en nada. Hay que recordar que un pueblo burlado, es un pueblo peligroso. La Asamblea Nacional tiene en sus manos dar una solución satisfactoria a este caso trascendental. Estaremos vigilantes.

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