Limpiar la casa

Y a está harto demostrado que el escándalo de los sobornos de Odebrecht no solo salpicaron a un partido; todos estuvieron involucrados con menor o mayor cantidad. Al margen de lo que vaya a hacer la justicia, la sociedad debe procurar limpiar la casa. Nada hacemos castigando a los culpables, si dejamos la brecha abierta para que salgan nuevos corruptos. Los sobrecostos que los panameños hemos pagado por las faraónicas obras estatales han sido tan grandes que con un Gobierno decente no habría necesidad siquiera de contratar nueva deuda para balancear el presupuesto. Es por eso necesario que hoy todos los gremios de la sociedad se activen y en conjunto construyamos las nuevas columnas vertebrales de este país. Lo que no debemos hacer es seguir en la farsa de la ‘democracia' con elecciones cada cinco años y que en la práctica lo que elegimos es un nuevo Gobierno más corrupto que el anterior. Tenemos que limpiar la casa de los pillos que nos han estado gobernando por lustros. El sistema político se agotó. Las instituciones no funcionan. El clientelismo es la moda para comprar votos y seguir en el poder. Ni siquiera hay confianza en que los magistrados seleccionados vayan a hacer justicia; la creencia popular dice que van al cargo a cuidarle las espaldas al gobernante que los premió. Por eso hay que limpiar la casa, lo que tenemos que empezar a hacer desde hoy. El mañana es tarde y si no, veámonos en los espejos de Venezuela y ahora Honduras.