• 11/09/2018 02:00

Vergonzoso y triste

Panamá no puede ni debe seguir como está ni bajo la dirigencia de funcionarios que se han prestado para esta horrenda manipulación

H a quedado demostrada la politización de la justicia. El problema es mayúsculo, porque ya no se trata de un problema solo entre dos adversarios políticos, sino que atañe a todo el país. Que tres testigos ahora se retracten de sus afirmaciones y, encima de eso, acusen tanto al Consejo de Seguridad como al Ministerio Público de conducirlos hacia una acusación contra el expresidente Ricardo Martinelli y varios de sus colaboradores, merece una investigación inmediata de parte del procurador de la Administración y de los demás entes con capacidad para hacerlo. Panamá atraviesa un camino tormentoso, pero eso no significa que el país no pueda salir de esa situación. Para estabilizarlo, necesitamos tener una justicia equitativa, expedita y con imparcialidad. Hasta ahora, lo que ha aflorado es cómo la justicia se ha utilizado para perseguir y la sociedad no merece estar sometida a estos vaivenes politiqueros, económicos y de intereses. Urge también que la dirigencia de los partidos políticos y de los principales gremios del país, exijan que el país se enrumbe por el sendero correcto. Urge que la Asamblea y los entes que promueven los cambios constitucionales, empiecen los análisis, entre otras cosas, para adecuar que la justicia sea verdaderamente independiente e imparcial y no se utilice para persecuciones. Es vergonzoso lo que está pasando y el Ministerio Público y el Consejo de Seguridad han perdido toda su credibilidad con estas acciones. Panamá no puede ni debe seguir como está ni bajo la dirigencia de funcionarios que se han prestado para esta horrenda manipulación. ¡Da tristeza!

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