Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 10/04/2019 02:00
Democracia en crisis
La democracia moderna está atravesando una de sus peores crisis. No significa, empero, que la democracia esté en peligro de muerte, más bien atraviesa por una metamorfosis que puede redefinir el futuro político de los países. No hay duda de que el problema gira alrededor de serios cuestionamientos a cómo se manejan los Gobiernos, donde la corrupción y la falta de transparencia campean a sus anchas. El problema se agravó cuando el poder económico cooptó el poder político y decidió manipular campañas con millones de dólares. No lo hacía ni lo hace por el bien del país; lo hacía y lo hace como inversión, pues una vez su figura asume el control político, tiene la oportunidad de explotar la riqueza de todo el país. La democracia está tambaleante, quizás porque el presidencialismo directo no ha funcionado. La corrupción, en cambio, se ha agravado, al igual que la desigualdad y los problemas sociales. El asunto más grave es que en casos como Panamá, lejos de sacudirnos esa intromisión del poder económico en el poder político, lo que ocurre es que los mismos que nos han sumido en esta vorágine corrupta que ha agigantado la desigualdad social, son quienes se venden y presentan como poseedores de la solución. Panamá tiene suficientes mentes brillantes, desinteresadas en lo económico, pero sí comprometidas con el desarrollo de Panamá. Esas mentes, empero, desanimadas y apartadas por los gamonales que controlan el poder, necesitan que se les reactive y nos ayuden a reconstruir la democracia de este país. Panamá puede ser ejemplo para el mundo, porque aunque seamos pequeños, lo que aquí se haga en materia de democracia, puede repercutir en todo el orbe. ¡El mundo nos mira!