Equilibrar las cargas

La pandemia del coronavirus le ha pegado en la yugular a casi todas las empresas que han tenido que recurrir a la salida que da el Ministerio de Trabajo de suspensión de los contratos, con el subsecuente sacrificio de los trabajadores que se van a casa sin salario. La medida, dura, es también una forma de preservar la empresa misma y preservar el empleo de ese trabajador sacrificado. Sin embargo, la situación va más allá, porque las empresas también están pidiendo la ayuda estatal para levantarse. Ahora bien, el rescate económico empresarial por parte del Estado es algo que ha ocurrido en otros tiempos. Para la crisis económica de 2008 en Estados Unidos, el Gobierno le inyectó miles de millones de dólares a las empresas, sin embargo, sobre todo bancos, terminaron destinando ese dinero a sus directivos, muchos de ellos se fueron con millones de dólares en el bolsillo. Ahora ocurre la crisis por el coronavirus y basada en la experiencia pasada, parece que el Gobierno de Estados Unidos ha tomado algunas medidas, entre ellas que el rescate será solo a aquellas empresas que pagan impuestos en ese país, no aquellas que usan las “offshore” para evadir los impuestos. En Panamá, hay una sugerencia bastante sensata, si se va a entrar en el rescate económico empresarial. Consiste en que el Estado se haga socio de la empresa rescatada. Lo que no debe ocurrir es que se siga con la práctica de que los dueños de empresas poderosas privaticen las ganancias, pero socialicen las pérdidas.