• 17/11/2020 00:00

El plan para el desarrollo

Opinión editorial del 17 de noviembre de 2020

El próximo 23 de noviembre se instala el diálogo nacional para el Acuerdo del Bicentenario. Este diálogo permite abrir el espacio para que todos los sectores converjan en los planes y plazos de trabajos, pero con una meta en común. Esto lleva a que el primer punto de la agenda, que debe aprobarse el mismo día, es la meta que se quiere lograr. Bien lo plantea la Cámara de Comercio en su último comunicado: “En este encuentro, lo que corresponde es establecer una meta clara y común de corregir desigualdades históricas y deficiencias institucionales, donde la corrupción y los intereses políticos no obstaculicen, como hasta ahora, el desarrollo de políticas públicas que permitan al país alcanzar su potencial, con el apoyo del sector privado y de las otras fuerzas vivas del país”. Es decir, lo que se quiere de una vez es la meta en común y esa meta, sin lugar a duda, debe ser el plan para el desarrollo. El segundo punto, no menos importante, es el plazo para alcanzar la meta. La lógica indica que, si se trabaja con firmeza, esta meta se logra en una década como mínimo, pero se pudiera conceder un máximo de 15 años. Una vez acordada la meta y el plazo, este solo anuncio al mundo impondrá una presión extraordinaria a toda la sociedad. Los partidos políticos, los gremios de profesionales, los sindicatos, las escuelas, en fin, todo el país, tendrán que modificar sus enfoques sobre el país que queremos y no al ataque sin sentido que ha reinado por lustros. Lograr esta meta sería lo más importante en los últimos 50 años para Panamá y todos podremos cantar con orgullo “alcanzamos por fin la victoria”. ¡Así de simple!

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