• 31/01/2021 00:00

El antídoto perfecto

“El problema de la corrupción no es del Gobierno; es de los gremios, las empresas, la misma gente…”

Latinoamérica es presa de su propia intolerancia que la llevan a una mediocridad injustificable. Desde sus Gobiernos, hasta los gremios más pequeños, caen en las garras de los egos más absurdos que impiden el avance lógico y estratégico hacia el desarrollo. Panamá no escapa de esa realidad y quizás este pequeño país ha tocado fondo. Pero ¿cómo salir del agujero de la corrupción? Desde la sociedad civil exigen al Ministerio Público, al Órgano Judicial o al Gobierno que intervengan contra los corruptos. Sin embargo, nada de eso funciona, porque es como intentar convertir un tigre en vegetariano. En pocas palabras, ni el Judicial ni el Ministerio Público ni el Gobierno podrán acabar con la corrupción, porque son parte. Y es que el problema mismo parte desde los gremios empresariales que saben qué empresas y qué empresarios se hacen de proyectos con el Estado pagando coimas, pero no los despiden, por el contrario, cohabitan con ellos y hasta los envidian. Si a esto se suma a los padres de familia que juegan vivo con las calificaciones de sus hijos, que se llevan los artículos de los almacenes, el problema es mayor. Y todos sabemos que ese es el verdadero problema. Todos también sabemos que el antídoto perfecto es la vergüenza, una medicina que no cuesta ni un centavo, pero que es efectiva contra la corrupción. Dejemos la hipocresía y comencemos por activar la vergüenza y veremos cómo se solucionan los problemas de corrupción en el país. El problema de la corrupción no es del Gobierno; es de los gremios, las empresas, la misma gente… Estamos en buen momento para usar el antídoto perfecto contra la corrupción y no hacerlo es persistir en el error. ¡Así de simple!

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