Tentaciones

Los ciudadanos interesados en la solución de los problemas de la sociedad y de la investigación científica en pro de mejorar lo que hay, tienen un mecanismo para lograr sus metas a través de la política. Y así lo han hecho empresarios, médicos, abogados, ingenieros, etc. Lo lamentable es que una vez prueban las mieles del poder apartan sus objetivos y se descarrían en la corrupción. ¿Por qué pasa eso? Una por falta de certeza del castigo y otra, porque están expuestos a las tentaciones. La facilidad con que pueden desviar recursos hacia su propio bolsillo por la falta de controles es una falencia enorme en nuestras sociedades. Y no es solo la cabeza; es todo un conjunto de mandos medios que funciona bajo ese parámetro y Gobierno que sube, cae en esas garras de la corrupción. Esas tentaciones están allí, son reales y difícilmente alguien escapa. América Latina es un calco en cuanto a la conformación del sistema que controla el poder. Los contrapesos son nulos y el todopoderoso Ejecutivo hace y deshace. Es por ello necesario un cambio y eso va de la mano de un fortalecimiento del Parlamento, como lo han hecho en los países europeos, cuyo nivel de desarrollo es hoy una realidad. Hay que cambiar el sistema y alejar las tentaciones, si queremos progresar. ¡Así de simple!